En el año 2002 se celebró en Ginebra una consulta de expertos de regímenes alimentarios, nutrición y prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. En esta consulta se reconoció que el crecimiento de las enfermedades crónicas que afecta tanto a países desarrollados como a los países en desarrollo está relacionado con los cambios alimentarios y el modo de vida. En los últimos tiempos los adelantos científicos que estudian datos epidemiológicos han ayudado a aclarar la función del régimen alimentario en la prevención y control de la morbilidad y la mortalidad causada por las Enfermedades no transmisibles (ENT) identificando la existencia de algunos componentes alimentarios que aumentan la probabilidad de la aparición de esas enfermedades.

Los cambios de la economía alimentaria mundial se reflejan en los hábitos alimentarios. Por ejemplo mayor consumo de alimentos energéticos, alimentos con alto contenido en grasa y bajos en carbohidratos. Además esto se complementa con el modo de vida sedentario que implica un menor consumo de energía.

Por causas de estos hábitos alimentarios y el modo de vida las ENT crónicas (obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares entre otras), son causas cada vez más importantes de discapacidad y muerte.

Esta reunión sirvió para proponer metas alimentarias además de conceptualizar la relación del organismo humano con su entorno. En este sentido la nutrición está pasando a un primer plano como un factor determinante que puede ser modificado mediante políticas alimentarias donde los estados se comprometan con estrategias y políticas públicas que reconozcan la importancia de la dieta, la nutrición y la actividad física.

El principal objetivo de la consulta era examinar y recomendar aspectos de la dieta y la nutrición, se agregó a esto la necesidad de mantener un nivel suficiente de actividad física. De esta manera se establece una relación que incluye el régimen alimentario, la salud y la nutrición y la actividad física como un todo.

Entre otras recomendaciones y aspectos manejados en esta consulta se puede subrayar lo siguiente: “La actividad física y los nutrientes comparten en gran medida las mismas vías metabólicas y pueden interactuar de diversas maneras que influyen en el riesgo y la patogénesis de varias enfermedades crónicas. Se ha comprobado que el buen estado cardiovascular y la actividad física reducen significativamente los efectos del sobrepeso y la obesidad en la salud. La actividad física y la ingesta de alimentos son comportamientos tanto específicos como interactivos, en los que influyen y pueden influir en parte las mismas medidas y políticas”.

Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas. Informe de un grupo de estudio de la OMS. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 1990 (OMS, Serie de Informes Técnicos, Nº 797). De acuerdo con el planteo realizado en la introducción surgen diversos problemas relacionados con la alimentación saludable y su efecto en la salud, principalmente en los primeros años de vida.

El Estado uruguayo ha implementado políticas alimentarias que apuntan a tratar este problema desde una perspectiva global. Así, en el año 2013 se promulga la Ley Nº 19.140 “Alimentación Saludable en los Centros de Enseñanza”.

Sin embargo en el aspecto práctico de la aplicación de ésta, se observa que existen diversas actitudes y posturas que no coinciden con el espíritu de la ley y sus objetivos.

Este problema se visualiza en las escuelas tanto en la implementación del comedor escolar, como en lo que consumen los niños en la hora del recreo. La ley no establece la prohibición en cuanto a lo que los niños traen de su hogar. Lo que si impulsa ésta ley es el compromiso del cuerpo docente en hacer efectivas las disposiciones establecidas en ella.

Aunque en nuestro país existe desde el año 2013 una ley que pretende impulsar la alimentación saludable en los centros de enseñanza, encontramos que se presentan dificultades para su real cumplimiento. Las variaciones en la dieta, producto de hábitos propios de la vida actual ha producido un incremento en el consumo de comidas rápidas y procesadas y generalmente muy poco sanas. La Organización Mundial de la Salud alerta del excesivo consumo de estos alimentos procesados y a su vez de la disminución de la dieta de frutas y verduras frescas. No es la obesidad el único problema derivado de la mala alimentación, muchas enfermedades están asociadas a una dieta incorrecta.

Es por ello que, desde el gobierno a través de los órganos competentes ha establecido una política que no solo apunta a regular esta situación, sino que además intenta concientizar a la sociedad en general y en particular a aquellos encargados de la educación y el desarrollo de los más pequeños.