Un joven alemán de 19 años fue abatido ayer por la Policía tras atrincherarse con rehenes en un cine de la localidad de Viernheim, portando armas de fogueo y granadas de mano falsas, según informó hoy la fiscalía.

En un comunicado, la fiscalía de Darmstadt, explicó que el joven había nacido en Mannheim, a unos diez kilómetros del lugar en el que se registró el suceso, y residía en el norte del país.

Todavía no se han aclarados los motivos que pudieron llevarle a irrumpir armado en el cine, pero en estos momentos "no hay indicios que apunten a un trasfondo político o terrorista", destacó.

Según su relato, en torno a las 14.30 horas el joven entró al cine enmascarado y armado y "tomó como rehenes a cuatro empleados y catorce visitantes, entre ellos también niños, y los amenazó".

Portaba un arma larga y una pistola, ambas de fogueo, y llevaba también granadas de mano con mango falsas, añadió.

"La unidad de operaciones especiales sólo pudo poner fin a la amenaza con el uso de armas de fuego y mató al individuo", apuntó la fiscalía, que recuerda que no hubo heridos entre los rehenes.

La televisión y el diario "Bild" informaron previamente de que 50 personas habían resultado heridas en este suceso, aunque luego se confirmó que sólo se vieron afectadas por el uso de gases lacrimógenos.