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Como es notorio, el pasado sábado en la zona céntrica, en el cruce de calle Uruguay y Sarandí  se ubicó un grupo de personas que reclaman la reapertura del tráfico vecinal entre nuestra ciudad y la entrerriana de Concordia.

Ello, generó de inmediato manifestaciones a favor y en contra, todas sin dudas válidas.

Los que reclaman la reapertura

Sostienen que desde el cierre de fronteras, el tráfico vecinal se ha complicado, por las exigencias en materia sanitaria que se exigen, en una y otra margen, lo que ha llevado a cortar las habituales relaciones familiares, de pareja y de trabajo de quienes viven aquí y trabajan en la ciudad entrerriana, o quienes enfrentan situación similar viviendo en Concordia y trabajando en Salto.

Temores en comercio y actividad económica local

La posible apertura de fronteras, genera por otra parte un temor válido.  Como es notorio el comercio, salvo el de súper y venta de alimentos básicos, no está pasando bien. El consumo en general de ropa, calzado, y  de servicios como el gastronómico, está bastante limitado. No es el mejor, acorde a lo que era habitual. Por lo tanto ese consumo interno, se desea cuidar y mantener.

Si se abre la frontera, se daría una corrida de compras, muy importante y ello,  repercutiría en nuestro medio, con más empresas en problemas, desempleo mayor y por ende, más problemas sociales.