Como es público y notorio la Caja Profesional, está a días de la elección que le permitirá  elegir el representante de los jubilados y activos  en el directorio para el periodo 2021-2025. En esta instancia, hay varias listas que apuntan a una renovación, reestructuración y organización de una entidad que supo vivir hasta hace unos 15 años atrás, una situación floreciente y que al presente tiene una situación complicada por malos manejos de sus actuales autoridades y por una gerencia general y una burocracia administrativa  costosa e ineficiente a lo que se suma una morosidad de aportes de profesionales.

Para conocer la realidad de la Caja Universitaria y las propuestas para encauzar su administración y gestión, visitaron la redacción de LA PRENSA, miembros de las Listas 40 de pasivos que encabeza  el  Dr. Odel Abisas, en las personas del salteño Dr. Carlos Orihuela,  y el Ing. Agr. Ramón Appratto, que impulsan el voto bajo el lema “Todos por la Caja” bajo el sublema “Jubilados por el Cambio”, además de dirigente de la Lista 45 por activos,  Dr. Pedro  Darsola, de la  Lista 45.

El gasto discrecional de dineros ajenos

Se nos dio como esclarecedor ejemplo, que la Caja Profesional, no funciona como una pirámide egipcia sino como un obelisco, con un gerente general que está en su punto más alto, que gana un sueldo de más de $700 mil pesos mensuales, en su base, están una serie de gerente de sector  que ganan en promedio unos $350 mil y finalmente al nivel del piso,  se encuentran los integrantes del directorio que representan a los pasivos y activos, con sueldos de $200 mil.  Todo ello, se suma a un costoso sistema, extremadamente burocrático, de administración y gestión de manejo ineficiente, que no solo ha administrado mal, favoreciendo a sus gerentes y funcionarios para detrimento de los pasivos y del futuro de la caja que hoy por hoy,  se presenta muy complicado. Tanto que hace pocas semanas, se solicitó al gobierno nacional una asistencia financiera de unos 100 millones de dólares.

Porque también se posee una masa deudora que suma mil millones de dólares y a la cual nunca se le propuso facilidades de pago o un plan de regularización de su situación. A ello, se  suma que las actividades profesionales de han multiplicado en diversas disciplinas que no están contempladas, que trabajan en estudios y que tributan por industria y comercio. Ante ello, aspiran a que como sucedió con la caja bancaria, se deriven esos aportes a la Caja Profesional.

Todas esas propuestas, son las que impulsan y que estiman son básicas para reformular el  funcionamiento y la economía de una caja que corre el serio riesgo de caer en lo indeseable de no poder pagar las pasividades a quienes hoy aportan.

Las propuestas para recuperar la Caja

Ordenar a una lógica las retribuciones  evitando los actuales excesivos sueldos que perciben sus gerencias y funcionarios. Captación de aportantes que no tributan escudándose en que no ejercen y en realidad trabajan. Mejorar el rendimiento de inversiones que se han dejado caer por inoperancia. Recuperar el excesivo endeudamiento de morosos. Alentar préstamos sociales  e hipotecarios con tasas menores a los de plaza y mayores a las que se obtienen por algunas inversiones. Alentar préstamos a mayores de 80 años, con cobertura de seguro, evitando la exigencia de la firma solidaria. Así como homologar los gastos de salud; impedir la venta de  115 garajes en Torre de Profesionales porque sería perder patrimonio.