
Una vida marcada por los extremos que llamó la atención del mundo /
En esta jornada falleció José Mujica Cordano, el ex Presidente de la República, el "Pepe".
Fue una de las figuras políticas más singulares de América Latina. Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, su paso de guerrillero tupamaro a presidente de la República ha captado la atención mundial, no solo por su trayectoria política, sino por su particular estilo de vida: modesto, sencillo.
De la lucha armada a la prisión
Durante su juventud, Mujica se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana de inspiración marxista que luchaba en las décadas de 1960 y 1970. Fue arrestado en varias ocasiones y pasó casi 15 años en prisión, muchos de ellos en condiciones infrahumanas, incluyendo largos periodos en aislamiento. A pesar de ello, nunca renunció a sus convicciones y, tras el regreso de la democracia en 1985, fue liberado junto a otros presos políticos.
El salto a la política democrática
Lejos de buscar revancha, Mujica optó por participar en la vida democrática del país. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Participación Popular (MPP), parte del Frente Amplio, una coalición de izquierda que llegaría al poder en 2005. Mujica fue elegido diputado, luego senador, y en 2009 se postuló para la presidencia de Uruguay. Ganó las elecciones y asumió el cargo en 2010.
Un presidente austero y progresista
Su presidencia, que duró hasta 2015, estuvo marcada por un enfoque progresista en temas sociales. Mujica impulsó leyes pioneras como la legalización del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la regulación estatal del mercado de la marihuana. Sin embargo, lo que más llamó la atención del mundo fue su estilo de vida. Mujica renunció a la casa presidencial para vivir en una chacra en las afueras de Montevideo, conducía un viejo Volkswagen Escarabajo y donaba parte de su salario a causas sociales.
Un legado que trasciende fronteras
Pepe Mujica dejó la presidencia con altos niveles de popularidad, y su figura trascendió la política uruguaya. Fue invitado a dar conferencias en distintos países, donde continuó promoviendo un mensaje de sobriedad, justicia social y reflexión crítica sobre el consumismo. En 2020 se retiró de la política activa por razones de salud.
Reseña histórica: sus orígenes políticos y guerrilleros
José Mujica comenzó su actividad política a finales de la década de 1950, en el Partido Nacional. Sin embargo, su radicalización se dio poco después, influido por la Revolución Cubana y el clima político de América Latina. Fue entonces cuando se incorporó al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), organización guerrillera que buscaba una transformación socialista del país mediante la lucha armada.
El MLN-T se destacó por asaltos a bancos, redistribución de alimentos, secuestros y acciones simbólicas contra el poder económico. Mujica participó activamente en varias operaciones, lo que lo llevó a ser herido de bala en enfrentamientos con la policía y detenido en múltiples ocasiones.
En 1973, con el inicio de la dictadura militar, Mujica y otros líderes tupamaros fueron considerados “rehenes” del régimen: mantenidos en aislamiento, sin juicio formal, bajo la amenaza de ser ejecutados si continuaban las acciones guerrilleras. Pasó 13 años preso, muchos de ellos en condiciones extremas de insalubridad, incomunicación y tortura psicológica.
Con el retorno de la democracia, Mujica fue liberado en 1985, y se convirtió en uno de los principales impulsores de la transformación del MLN-T en una fuerza política legal. Su historia es una de las más potentes narrativas de reconciliación en América Latina: de guerrillero a jefe de Estado, sin odio, con autocrítica, y una profunda vocación democrática.
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