Pese a que durante el fin de semana, el rio se mantendría estacionado frente al puerto,  ya es evidente que esta es una de esas inundaciones grandes. Ya tomó muchas calles y los desplazados, por no decir inundados, se dice que en este fin de semana, terminarán sumando unas 500 personas.

También, hay quienes basándose en lluvias copiosas que se estarían registrando en la zona del Estado de Santa Catarina, Brasil, afectando balnearios que muchos salteños conocen,  y que alcanzan a ríos tributarios del Uruguay, aseguran que la semana que viene o la otra se viene otro pico de inundación…

Y para completar, hay quienes aseguran que tendremos un verano, donde el rio estará más alto de lo deseable, generando pocas posibilidades de que en los tórridos veranos salteños, ya tan cercano, se pueda disfrutar de baños frescos en el río… Se habla mucho y ha veces se acierta y a veces se erra. Esperemos que todos estos pronósticos no se den.

Como en toda inundación, se dan los gestos solidarios, bien valorados y apreciados y se dan las acciones delictivas, de quienes aprovechando la desgracia ajena, en chalanas o en botes improvisados en las noches madrugada recorren viviendas de familias evacuadas para ver que dejaron y que pueden robar…

Por eso, es bueno destacar la acción de dos jóvenes solidarios, que fueron entrevistados por Telenoche de Canal 4 de Montevideo, los que contaron de qué forma asisten a quienes lo necesitan tras verse afectados por esta actual inundación. Jesús Grasso confirmo que asistió a unas 20 familias que "se encuentran en situación de vulnerabilidad y tuvieron que ser asistidas por nosotros".

En concreto asistieron con una camioneta y sus brazos, a sacar muebles y objetos de casas que ante el avance de las aguas, sus ocupantes debieron abandonar. Su compañero  Bryan, por su parte, dio el testimonio de haber vivido y sufrido lo que implica ver su casa bajo agua. "Lo bueno es que pudimos ayudar a la gente y te acostás tranquilo de que pudiste hacerlo de corazón", distinguió.

La gente que vive en el extremo sur de la ciudad, es decir Arenitas Blancas, Villa Maguey, Corralitos, si o si, van y vienen de sus domicilios por el camino conocido como “sube-baja” que ojalá que no, pero hay un arroyito, que comenzó a crecer y amenazar con invadir esa vía de tránsito, que envuelve a quien pase por allí en una nube de polvo…

Está lejos de cortarse, pero es una posibilidad que podría darse. La salida y entrada, si eso se produce, obligara a circular por el camino polvoriento que pasa por el costado del Aero Club y el Aeropuerto. Más kilómetros y tiempos para ir o regresar…