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Que esta o aquella otra caravana fue larga, que había o no había mucha gente, que había mucho ruido pero pocas nueces, que "mirá que los autos y las bocinas no votan"... Son algunas de las cosas que más se oyen por estos días. Estamos a solo unas horas de las elecciones departamentales y eso se nota. Se nota también, por la veda electoral que rige, la ausencia de propaganda política en radio y televisión. Lo que sí hay por todos lados, son grupos de personas entregando listas.


Resulta de gran satisfacción cuando reclamos que hacen nuestros lectores y se plasman en estas páginas, tienen luego el efecto esperado. Es el caso del reclamo que días pasados hacían vecinos de la zona de Juan Carlos Gómez y Cervantes (proximidades de la Escuela de Administración y Servicios), y ya fue solucionado. Planteaban la falta de alumbrado público. Tema terminado, felizmente.

Qué bueno que también se pudieran solucionar otros problemas mayores, como el nerviosismo, la ansiedad, la poca paciencia con que anda mucha gente hoy en día. Fíjese que ayer nomás, sin ir más lejos, a eso de las siete de la tarde, había una trifulca bárbara allí por Florencio Sánchez y Andrés Latorre, muy próximo al Corralón. Resulta que una camioneta llevaba de tiro a un auto, cuando (vaya uno a saber por qué) ambos conductores se bajaron y comenzaron a agredirse a golpes de puño. Entonces se sumaron más personas, mujeres, niños y hasta un perro que recibió alguna patada y fue arrojado lejos. Transeúntes llamaron al 911, pero la demora fue mucha y todo se resolvió antes que llegaran los uniformados.

No muy lejos de ahí, en realidad a solo 4 o 5 cuadras, ocurría un intento de rapiña en un comercio de Cien Manzanas. La rapiñera parece que fue una anciana con una tijera. Parece mentira, parece mentira las cosas que veo...

Cambiando de tema...El Guille (todo un personaje salteño, muy conocido sobre todo por los años que fue mozo de la ya desaparecida pizzería Las Mil y Una), se dedica ahora al servicio de mensajería. Ayer comentaba a periodistas de este diario, que la noche anterior había pasado desde las 12.45 a las 7 de la mañana (o sea la noche entera) esperando para obtener un turno para atención médica, para un cliente. "Lo que pasa que números para especialistas se dan muy pocos, y solo algunos días -explicaba-, así que si no pasás la noche, no conseguís". Hay que decir que estas situaciones ocurren tanto en el ámbito público como en el privado. ¿Y si una persona no puede pagar un servicio de mensajería? Claro, tendría que hacerlo ella misma. ¿Y si no puede pagarlo? La verdad que resulta penoso.

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