Lunes y martes, si mal no recordamos, en la esquina suroeste de Artigas y 18 de Julio, se podía ver durante muchas horas a un hombre joven que portaba un cartel, y lo exhibía a todos los transeúntes. En el cartel, construido muy artesanalmente con cartulina y marcador, decía que era venezolano y que necesitaba de la colaboración económica de todos para poder vivir.  Sin dudas una imagen de las que nadie quisiera ver. No es la primera vez que esto se ve en nuestra ciudad; ya lo vimos hace un tiempo en esa misma esquina y en otras, como la de avenida Barbieri y Blandengues, por ejemplo. Un periodista de La Prensa que acertaba pasar por allí, coordinó que al día siguiente el muchacho estaría en este diario para poder conversar mejor unos minutos y armar una nota periodística sobre la situación. Lamentablemente, esto no se cumplió por parte del venezolano, que nunca llegó hasta el diario.

Luego, personas más "empapadas" en la cuestión, dijeron que cuando el muchacho aceptó la entrevista, "seguramente no sabía que no les conviene exponerse en medios de comunicación". ¿Alguien le habrá sugerido después, que no viniera? Son rumores, pero es muy probable.

Ayer volvimos a escuchar, de parte de un comerciante, algo que ya hemos comentado aquí en otras ocasiones. Es la expectativa con que este mes se espera el pago de aguinaldos, sobre todo -nos decía este hombre- porque "generalmente es cuando mucha gente se pone al día con las cuentas atrasadas". De paso digamos, que en el sector de la construcción, estos pagos ya empezaron.

No son pocos los salteños que siguen quejándose de la mala señalización en torno a los arreglos que se están haciendo en algunas calles. En realidad, son muchos los lugares de la ciudad, donde por estos días se está arreglando el pavimento de las calles. Pero principalmente en la noche, queda en evidencia que las señales luminosas que advierten sobre un pozo, una valla, etc., no son suficientes. A tener cuidado.

Un apunte más sobre el tránsito. Textual lo que nos decía ayer una señora que vive a media cuadra de una escuela: “Veo que todos insisten con marcar más las cebras peatonales frente a escuelas y liceos. Pero yo me pregunto: ¿Para qué, si igual nadie las respeta?”.

Quizás el comentario de la señora sea un poco exagerado en la generalización cuando dice “nadie”; sin embargo no está tan lejos de la verdad. Una verdad preocupante. Y si nos ponemos a pensar, hasta las luces de los semáforos hay conductores que no respetan…  ¿Y quienes andan en bicicletas o patines o patinetas? ¿Y peatones? Ni que hablar. Lamentable pero real. Así estamos.