Luego de publicar en la edición de ayer, la noticia que esta tarde se nominará oficialmente como "Bartolomé Hidalgo" un tramo de la costanera norte, fueron varios los comentarios recibidos. La mayoría de ellos no cuestionaba a los homenajeados, pero sí el hecho de que tantos tramos con diferentes nombres en la misma arteria, termina confundiendo a la gente. Y la verdad, es que existe bastante confusión desde que se agregaron al nomenclátor tantos nombres nuevos en la ciudad, en los últimos cinco o seis años. Pero volviendo a la costanera, esta quedó entonces desde hoy de la siguiente manera: "Esc. Eduardo Malaquina" desde el puerto hasta calle 19 de Abril, "César Mayo Gutiérrez" hasta el Club Remeros, "Esc. Enrique Cesio" desde allí hasta la altura del monumento a Yemanjá en playa Las Cavas, luego nuevamente "César Mayo Gutiérrez" hasta Ramón Vinci y "Bartolomé Hidalgo" desde allí hasta Avda. Garibaldi.

Otro de los puntos comentados fue: "¿Y quién era César Mayo Gutiérrez?". Digamos entonces que este hombre nació en Canelones en 1888 y murió en 1951. Educacionista, político y literato. Fue integrante del Frigorífico Nacional en representación de las Comunas del Interior (1931) y Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural (1932-34). Como político se destaca su participación en la Cámara de Representantes por el departamento de Canelones (1920-1931) y en el Ministerio de Industria (1924-1926).

El tema de malabaristas y personas que se dedican a limpiar parabrisas en esquinas con semáforos, no es nuevo. Pero no está de más reiterar algunas cosas, sobre todo porque estos días volvimos a oír más de un comentario al respecto. Por ejemplo en la intersección de Batlle Berres y Enrique Amorim, o en Blandengues y Barbieri, parece que con frecuencia se presentan problemas. Nos dicen que algunas de estas personas tratan "de pesado" a los transeúntes, y si no reciben alguna moneda, hasta han llegado a los insultos. Además, no dejan de ser un peligro para el tránsito. Pero hay otra cosa quizás más importante: hay personas discapacitadas en estas tareas. Un hombre nos decía ayer que "hay una muchacha que da pena, tendría que tener alguna ayuda". Entonces la pregunta es esa precisamente: ¿no hay alguna institución que deba ocuparse en estos casos?

Esta mañana, alrededor de las 8:00, el frío se hacía sentir y realmente conmovía ver tanta gente durmiendo a la intemperie en nuestra ciudad. Varela y Sarandí, Zorrilla y 19 de Abril, 25 de Agosto y Artigas…por mencionar algunos lugares. Sumado a eso, eran varias (al menos 6 o 7) hombres durmiendo en el atrio de la Parroquia del Carmen. Los refugios funcionan bien, con más de 40 personas alojadas. Pero sin dudas que el problema no se soluciona solo con eso.