Cómo perdió Álvaro Delgado
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Por Lic. Fabian Bochia
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fbochia@laprensa.com.uy

Visto en perspectiva y analizando la derrota de Álvaro Delgado se pueden tomar algunas conclusiones a partir de los resultados.
Lo primero que hay que decir es que la Coalición Republicana ganó en octubre pero era una sumatoria de lemas, por eso al FA le cayó mejor. Pero también esto hizo que se desmoralizara algo la tropa. Lo que sí no pudo juntar Delgado es a todos los que votaron la coalición en octubre para noviembre. Si el cien o el noventa y nueve por ciento que votó a los partidos Blanco, Colorado, Independiente y Cabildo hubiera repetido el voto que le señalaban sus líderes la CR hubiera ganado y bien.
Hay una primera variable a analizar que es la elección de Ripoll como compañera de fórmula de Álvaro Delgado cuando todos pensaban que sería la contadora Laura Raffo, hija de un viejo caudillo herrerista íntimo de Lacalle Herrera. Pero el triunfo fue muy fuerte de Delgado y eligió a la ex comunista y ex sindicalista de Adeoms pensando que podía acaparar algún voto más de esa zona izquierdista lo que le obró en contra. No creemos que se haya perdido por Ripoll, sí creemos que Ripoll no sumó nada pero tampoco restó mucho. Estuvo ahí haciendo lo que podía desde su formación y conocimiento y no mucho más. No fue buena la elección pero tampoco muy mala. No creemos que haya existido ni un uno por ciento de blancos, blancos, que no hayan votado a Delgado por tener a Ripoll en la fórmula.
Pero el problema es que en noviembre se competía a nivel de fórmulas y la del FA era muy fuerte pues tenía todo el trabajo militante de un partido como el de izquierda que no da respiro, se opuso a todo los cinco años, incluso ni en la pandemia dejó en paz al gobierno. Esa estrategia, llevada adelante por un Fernando Pereyra, de pocas luces pero efectivo siendo una especie de grupo de choque eterno que daba y daba palo al gobierno a toda hora, sirvió para templar a la tropa que cuando salió lo hizo a matar. Los izquierdistas se comieron la cancha, sobre todo en noviembre, al ver cerca el poder, y lograron cautivar el lado flaco de colorados, cabildantes e independientes que en octubre votaron dentro de sus lemas pero que ahora no siguieron la fórmula encabezada por Delgado y Ripoll.
A veces se da un cierto menosprecio respecto al profesor Yamandú Orsi pero es un hombre más inteligente de lo que se piensa, que sabe navegar todas las aguas y que supo presentarse como alguien de consenso capaz de aglutinar a todos los uruguayos. Algo de Orsi prendió que logró tantos y tantos votos en el mes de noviembre y lo llevó sin vueltas y con una muy buena votación a ser el presidente de la República en el penúltimo mes del año. O sea, Orsi ganó bien, muy bien en noviembre, sin dudas ganó y eso lo logró porque una gran cantidad de uruguayos lo votaron.
La gente de la Coalición Republicana va a tener que hilar muy fino pues tiene un oponente de fuste, el FA no hace pavadas, ha logrado penetrar en todas las capas de la sociedad como un fenómeno sociológico donde decenas de miles se identifican como con Peñarol y Nacional y festejan las victorias como ganar la Libertadores, ni siquiera analizan como está el país, cómo actúa cada fuerza política. Ellos solamente aplauden a un lado, votan a un lado y convencen al vecino. Eso, que mercería otra clase de análisis termina siendo hasta peligroso para la democracia pues fanatiza al elector y le quita independencia al análisis.
Quizás Delgado no tuvo en cuenta esto, una máquina perfecta de captar votos independiente de la realidad, lo que es mucho. Demasiado.
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