
Carlos Iafigliola en Salto /
“La cultura de la vida vs la cultura de la muerte”
El exdiputado del Partido Nacional y militante provida desde los años ochenta, Carlos Iafigliola, visitó la ciudad de Salto en el marco de una gira nacional que busca sensibilizar a la ciudadanía respecto a dos debates centrales en el Parlamento, la legalización del aborto, aprobada en 2012, y el proyecto de ley de eutanasia, que ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados.
Durante una entrevista en el Streaming de Diario La Prensa, Iafigliola expuso su postura contraria a estas normativas, argumentando que ambas iniciativas reducen el valor de la vida humana en Uruguay. “Desde el año 2012, cuando se aprobó la ley de aborto, la vida en Uruguay vale menos. Y si se aprueba la eutanasia, va a valer menos aún”, aseguró.
Un compromiso de vida desde la juventud
Iafigliola repasó su trayectoria personal y política, vinculada desde sus inicios a la defensa de la vida y la familia. Católico practicante, comenzó su militancia a los 16 años inspirado por la película El grito silencioso, que mostraba la realidad del aborto. A partir de allí, participó en movimientos sociales y finalmente en la política partidaria, ocupando cargos de edil en Montevideo y luego como diputado entre 2015 y 2020. “Hace cuarenta años que estamos en esta batalla. Hemos dado todas las luchas posibles, porque entendemos que la vida es un valor sagrado desde la concepción hasta la muerte natural”, afirmó.
“La vida es frágil en sus extremos”
El dirigente nacionalista subrayó que los dos momentos de mayor vulnerabilidad del ser humano son el inicio y el final de la vida. Uruguay fracasó en proteger el primero al aprobar la ley de interrupción voluntaria del embarazo en 2012, que hasta la fecha contabiliza más de 130 mil abortos legales. Hoy, dijo, se corre un riesgo similar en el tramo final de la vida con la iniciativa que pretende legalizar la eutanasia. “Algunos lo llaman ‘muerte digna’, pero quitarle la vida a una persona no tiene nada de digno”, enfatizó.
Cuidados paliativos como alternativa
Iafigliola planteó que la respuesta humanitaria frente al sufrimiento terminal no es la eutanasia sino la extensión de los cuidados paliativos. Recordó que en 2023 se aprobó una ley que los reconoce como un derecho universal, pero aún no se aplica de manera integral en todo el país. “Lo que Uruguay necesita es garantizar que cualquier persona, sin importar si vive en Montevideo o en un barrio humilde del norte, pueda acceder a cuidados paliativos. Eso significa eliminar el dolor con fármacos, pero también acompañar emocional, psicológica y espiritualmente tanto al paciente como a su familia”, explicó.
Una cuestión también demográfica
El exdiputado vinculó el debate sobre aborto y eutanasia con los desafíos demográficos que atraviesa Uruguay. Con una tasa de natalidad en descenso, una sociedad envejecida y jóvenes que emigran por falta de oportunidades, Iafigliola advirtió que las políticas de eliminación de vidas agravan la sostenibilidad del país. “Hasta quienes no comparten nuestra mirada filosófica o religiosa deberían preocuparse por la viabilidad nacional. Si se siguen fomentando el aborto y la eutanasia, Uruguay va rumbo a un callejón demográfico sin salida”, señaló.
Las dos vidas en juego
Otro de los puntos centrales de su discurso fue el lema “Salvemos las dos vidas”, en referencia a la madre y al bebé. Según Iafigliola, quienes promueven el aborto desconocen deliberadamente la existencia del niño por nacer y ocultan los efectos en la salud de las mujeres. Mencionó el llamado “síndrome post aborto”, un cuadro que, según él, afecta psicológica y emocionalmente a las mujeres durante años, con recuerdos persistentes de la fecha en que habrían dado a luz o incluso del nombre que pensaban poner a su hijo. También advirtió sobre complicaciones físicas por abortos realizados en soledad con medicamentos, sin seguimiento médico adecuado. “Por donde se lo mire, el aborto está mal, porque elimina la vida del bebé y porque deja secuelas en la vida de la mujer”, afirmó.
Argumentos más allá de la fe
Aunque Iafigliola se presenta como hombre de fe, subrayó que en el debate público suele apelar a razones de sentido común y derechos humanos. “El primer derecho humano es el derecho a la vida. Si no existiera ese derecho, todos los demás carecerían de sentido. Demos la discusión desde ahí”, sostuvo.
Recordó además que en 2013 se intentó derogar la ley de aborto mediante referéndum, pero no se alcanzaron las voluntades suficientes. A pesar de ello, aseguró que no bajará los brazos: “La lucha continúa. Tengo un proyecto redactado para derogar esta ley y lo voy a seguir defendiendo”.
Realizó una charla
La actividad en Salto se realizó en el Hotel Los Cedros. “No hace falta ser militante político ni católico para participar de estas instancias. Basta con tener la inquietud de conocer qué está en juego con la ley de eutanasia y cuáles son las alternativas”.
La gira nacional de Carlos Iafigliola refleja una cruzada personal y política de más de cuatro décadas en defensa de lo que denomina “la cultura de la vida”. Frente al avance de proyectos como el de eutanasia, insiste en que la respuesta debe estar en políticas públicas que fortalezcan los cuidados paliativos y que valoren la vida en todas sus etapas.
En un país que enfrenta retos demográficos, sociales y culturales, el debate planteado por el exdiputado reabre viejas heridas y propone nuevas preguntas sobre el rumbo de Uruguay en relación al valor fundamental de la existencia humana.
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