Se encuentra estos días en China la profesora de Inglés Daniela Paola Zanotta, conocida en Salto no solo por su desempeño docente, sino también por su particiáción en política (FA), aunque de esto útimo había decidido tomar cierta distancia en los  últimos meses. Lo que sigue es una reflexión suya que LA PRENSA recibió ayer, y que Daniela escribió bajoel título "Cinco días en China: palabras que nacen del asombro".

Hace apenas cinco días que pisé tierra china y ya siento que el tiempo, aquí, tiene otro ritmo. Beijing fue mi primera escala, una ciudad donde lo antiguo y lo moderno caminan tomados de la mano. Sus calles, llenas de historia y contraste, me recibieron con esa mezcla entre vértigo y encanto que solo los grandes destinos saben ofrecer.

Ahora escribo desde Wuhan, ciudad de puentes infinitos y ríos que reflejan luces como poemas. Aquí, entre avenidas amplias y campus universitarios impresionantes, participo en un seminario sobre ciberseguridad, un tema tan vasto y urgente como este país que me abraza con sus mil lenguas y silencios.

Como docente de inglés en educación terciaria, esta experiencia no solo expande mis horizontes profesionales, sino también mi sensibilidad cultural. He tenido la suerte de asistir a lecturas que invitan a pensar el futuro con más conciencia, más humanidad. Y entre debates, presentaciones y descubrimientos, he encontrado algo tan valioso como el conocimiento: la conexión con colegas de toda Latinoamérica. Con ellos compartimos preocupaciones comunes, pero también las mismas pasiones por la educación, la tecnología y los sueños que cruzan océanos.
Visitar distintas universidades aquí me ha dejado una certeza: China no solo es grande en extensión, lo es en visión, en inversión en saberes, en posibilidades. Todo aquí me invita a mirar más lejos.

Este intercambio es un puente. Uno que no solo une geografías, sino también voces, ideas y corazones.Gracias por tanto, China. Lo vivido ya no me cabe solo en palabras. Daniela Zanotta Diogo. Docente de Inglés. Centro Regional de Profesores del Litoral