Eduardo Osorio Manassi (Obituario)
- Por Lic. Fabian Bochia
Es irreversible y lo entendemos y lo asumimos. Pero hay cosas, hechos, momentos que marcan a las personas. Y existen medios como este, nuestro Diario, que pueden hacer que las personas vivan en el recuerdo, en la memoria, en el destaque por sus acciones.
Nos ha sorprendido la muerte de Eduardo Osorio, uno de los mejores relatores salteños que conocimos en más de treinta años de labor periodística y con el que tuvimos el gusto de poder trabajar en aquella vieja y recordada CW 23 Radio Cultural, "la radio de la mayoría". Y sobre lo que nuestro compañero Pepe Vinci bien que podría ampliar.
Hombre de trabajo y un caballero en la vida
Cabe recordar primero a Eduardo como lo que era, un hombre de trabajo y un caballero en la vida. Luego, sí avanzamos con gusto, su veta periodística. Un relator de voz firme sin estilos imitados. Eduardo era mucho Osorio y no más, pero tampoco menos. Una gran relator del fútbol salteño que jeraquizó al relato, jerarquizó las transmisiones deportivas por cómo las encaraba.
Relataba Osorio y comentaba "el Aguita"
Durante muchos años se armó un combo bien interesante en la radio de Don Ramón, pues relataba Eduardo, comentaba José Roque Alfieri, "el Agüita", y la locución comercial era de José Enrique Panizza. Y participé años con aportes desde las canchas apoyando al relato de Osorio, siempre firme y con la capacidad de realzar a cada uno de los componentes. Vamos a ser sinceros, la gente escuchaba a Osorio, pero él nos hacía sentir como que todos éramos fundamentales, pero la verdad que en todo caso la gente escuchaba a Eduardo y al Agüita, pero ellos nos hacían sentir a todos importantes cuando la realidad era otra. Había una sana y verdadera modestia en el relator que hacía que las transmisiones fueran muy escuchada, incluso cuando irrumpió con fuerza Radio Arapey.
Escuela de periodismo desde el fútbol
Eduardo tenía un relato firme, claro, que se entendía, además con la capacidad de explicar jugadas para que todos las entendieran en no muchas palabras. Una capacidad que por ejemplo la sentimos en algunos relatores de la capital y no muchos más. Siempre trabajé bien y a gusto con Eduardo, aprendí de fútbol, aprendí de radio, aprendí de periodismo y sé que no soy el único que puede decir eso pues hacía escuela de periodismo desde las transmisiones del fútbol local, de los Litorales, de los partidos de básquetbol.
Se fue un hombre sano
Un trabajador nato, un hombre que jerarquizó el relato y mejoró todo lo que hizo por su espíritu emprendedor y su innegable talento. Cabe entonces a su familia, a sus muchos amigos, a todos los que estuvieron con él decirles que habrá que recordar a Eduardo con la tranquilidad de que hizo con amor tareas que no eran sencillas pero que por su capacidad las llevó a parecer y que en ese camino ayudó a muchos (me incluyo) a aprender. Que su recuerdo sirva para jerarquizar toda la función periodística sería el mejor homenaje a Eduardo.
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