En la última sesión del actual período de la Junta Departamental de Salto, los ediles aprovecharon el espacio para compartir palabras de agradecimiento, balance y emoción. Fue una jornada marcada por la reflexión, las despedidas y el reconocimiento al trabajo colectivo más allá de las diferencias políticas.

La sesión comenzó con las palabras de la edil Menalvina Pereira Das Neves, quien, con emoción, se despidió tras dos períodos de participación, uno como suplente y otro como titular. Reconoció que su paso por la Junta fue una experiencia completamente nueva, ya que nunca había tenido contacto directo con el ambiente político. Agradeció a sus compañeros de todas las bancadas, especialmente a quienes compartieron comisiones con ella, como la de Salud, Higiene, Medio Ambiente y Derechos Humanos. “Siempre hubo respeto, aunque pensáramos diferente”, afirmó. También dejó un mensaje claro: "Es fundamental seguir defendiendo la democracia. Yo viví la dictadura y sé lo que significa."

Luego fue el turno de la edil Patricia García, quien también se despidió. En representación de la bancada del Frente Amplio, agradeció a los funcionarios de la Junta, a los presidentes que pasaron por la institución, y especialmente al secretario y al Dr. Figueroa, por su apoyo constante. Reconoció que, aunque hubo momentos de debate fuerte, lo importante fue construir vínculos de respeto. “Si en algún momento herí a alguien, no me pesa pedir disculpas”, dijo con honestidad. Reivindicó la importancia del rol del edil, como puente directo con la ciudadanía, y afirmó sentirse orgullosa de haber sido parte.

El edil Augusto Bonet compartió una anécdota personal: cuando era niño, solía visitar la Junta después de sus clases de folclore. Con ese recuerdo, resaltó el valor simbólico de su primera propuesta como edil: nombrar una calle en honor a su antiguo profesor. Agradeció el trabajo en comisión y celebró el tono general de la legislatura, más centrado en el consenso que en el espectáculo. “Estoy orgulloso de haber participado en una Junta que priorizó el trabajo sobre la chicana política”, señaló.

Enzo Molina, otro de los ediles que hizo uso de la palabra, propuso que este tipo de intervenciones se hagan en un espacio más flexible, para poder hablar con más soltura. Recordó los desafíos del inicio del período, marcado por la pandemia, y destacó que la mayoría de los temas tratados en comisión se resolvieron por unanimidad. Agradeció especialmente a los funcionarios de la Junta, a quienes describió como “maestros silenciosos” que ayudan a los ediles en cada paso. “Entramos sin saber nada, y nos vamos mejores personas y mejores servidores públicos”, remató.

Finalmente, el edil Hugo Verme cerró con un emotivo mensaje. Con más de 15 años en la Junta, agradeció profundamente a los ciudadanos que lo acompañaron durante todos estos años, y recordó sus orígenes humildes, viniendo de una escuela rural y de una familia de inmigrantes. Reconoció que, como todo en la vida, hubo momentos buenos y malos, pero que siempre trabajó con honestidad. “Espero que quienes se quedan tengan la sabiduría de tomar decisiones pensando en lo mejor para Salto”, concluyó.