En Uruguay, 434 personas fallecieron y más de 25.000 resultaron heridas en siniestros de tránsito en 2024. Para una población tan reducida, estas cifras son más que alarmantes: son un llamado a la acción. Así lo entiende Andrea Cardozo, coordinadora de la Mesa Interinstitucional de Tránsito de Salto, quien compartió su visión y experiencia en una entrevista en La Prensa Streaming. Cardozo, que lleva casi dos décadas dedicadas a la seguridad vial impulsada por la pérdida de un ser querido aseguró que este problema es una pandemia silenciosa que debe ser enfrentada con políticas públicas, educación ciudadana y, sobre todo, compromiso individual y colectivo.

De la tragedia personal a la militancia activa

El nacimiento de la Mesa Interinstitucional de Tránsito de Salto en 2016 no fue casual. Fue, una respuesta al dolor: “Perdí un primo en Salto en 2007, tenía solo 24 años. Fue atropellado por una camioneta. Eso me impulsó a estudiar el tema y comprometerme de por vida con la seguridad vial.” Este compromiso personal se transformó en una estructura colectiva, que hoy reúne a instituciones públicas, privadas, agentes de tránsito, profesionales de la salud, universidades, víctimas y familiares. Todos ellos trabajan transversalmente para prevenir los siniestros de tránsito desde múltiples frentes.

Una mesa multisectorial para una problemática compleja

“La seguridad vial es un compromiso de todos”, afirmó Andrea Cardozo, enfatizando que ninguna institución puede hacerlo sola. La Mesa Interinstitucional funciona como un espacio articulador entre sectores diversos, desde inspectores de tránsito hasta médicos, pasando por técnicos prevencionistas y educadores. La iniciativa ha logrado capacitar empleados de empresas como Fructura y realizar campañas de concientización en liceos, empresas y espacios públicos.

Movilidad humana, responsabilidad humana

El lema de Mayo Amarillo este año “Movilidad humana, responsabilidad humana” resume el espíritu de la campaña, cada ciudadano tiene un rol fundamental. “Cada vez que salimos a la vía pública, somos responsables no solo de nuestra vida, sino también de la de los demás”, explicó. Las actividades impulsadas por la Mesa en mayo incluyeron intervenciones urbanas en donde, por ejemplo, se detenía a motociclistas que no usaban el casco correctamente. A quienes portaban cascos vencidos o dañados, la empresa Expomoto donó cascos homologados, camperas, y chalecos reflectivos. “No se trata de multar, sino de educar. Esos usuarios pasaron del disgusto inicial a la gratitud cuando se iban con su nuevo equipo de protección”.

Tres principios para salvar vidas

Cardozo menciona tres pilares fundamentales recogidos en la Ley Nacional de Seguridad Vial 18.191:

1. Evitar acciones de riesgo. Respetar normas básicas, como la velocidad permitida y las prioridades de paso.

2. Principio de responsabilidad. El conductor es siempre responsable por lo que hace con su vehículo.

3. Principio de cooperación. Fomentar valores como la solidaridad, el respeto y la tolerancia en la vía pública.

“Si todos aplicáramos estos tres principios, los costos humanos y sociales de los siniestros viales disminuirían significativamente”.

Las víctimas invisibles, más allá de la muerte

Las cifras frías esconden tragedias personales profundas. “Salto ha tenido 17 fallecidos este año, pero también 88 heridos graves. Muchos quedan con secuelas permanentes, amputaciones, parálisis, traumas que cambian su vida y la de su familia para siempre”. Una de las historias que más impactaron a Cardozo es la de una trabajadora que fue atropellada al salir de su turno. La joven madre quedó parapléjica y en estado vegetativo. Su hijo crece sin el abrazo ni la voz de su madre. “Tránsito también es un tema de salud y de justicia social”.

Cambiar actitudes desde el hogar

El papel de las familias es fundamental. “El mejor aprendizaje es el ejemplo. Si un niño ve que su madre no respeta un cartel de ‘Pare’, va a internalizar esa conducta. No podemos pedirle a un niño que respete normas si nosotros no lo hacemos”. En las visitas a escuelas y liceos, los niños sorprenden por lo rápido que aprenden sobre señales de tránsito y normas básicas. “El problema es cuando nos dicen que sus padres no aplican lo aprendido”. En Suecia, uno de los países con menor siniestralidad, la educación vial es obligatoria desde hace más de 90 años.

Riesgos cotidianos, soluciones posibles

Andrea advirtió sobre prácticas peligrosas que se han vuelto comunes, motos con tres ocupantes, niños sin protección adecuada, uso del celular mientras se cruza una calle, entre otros. “Un niño que no llega al posapié de la moto va inseguro, y si no lleva casco o chaleco reflectivo, se expone aún más. Un ciclista sin luces ni ropa visible también está en riesgo, como lo estuvo el que perdimos el año pasado”. Las motos, además, representan el mayor porcentaje de siniestros. “No es el vehículo en sí, sino cómo lo usamos”.

Más allá de la multa, la vida como valor supremo

No se trata solo de imponer sanciones, sino de generar conciencia. “La física no perdona, si dos vehículos chocan a 45 km/h, el impacto es equivalente a 90 km/h. En una moto, tu cuerpo absorbe todo el golpe.” Además, recordó que según el artículo 44 de la Constitución Uruguaya, cada ciudadano tiene la obligación de cuidar su salud. “Y como el tránsito es un tema de salud, nos corresponde a todos.”

Intervenciones en zonas de alto tránsito

Ayer 30 de mayo se llevaron a cabo varias intervenciones en puntos neurálgicos como Avenida Batlle y Blandengues, así como en Avenida Viana y Acuña de Figueroa. Allí, con el apoyo de inspectores y empresas colaboradoras como Expomoto, se dialogó directamente con usuarios sobre el uso correcto de elementos de seguridad activa y pasiva. Además, se entregaron obsequios como parte de la sensibilización.

Educación inmersiva para jóvenes y adultos

El programa continúa con visitas a instituciones educativas. El 3 de junio, por ejemplo, se realizará una charla en el municipio de Constitución con apoyo de Ciudadela, que incluye el uso de gafas 3D simuladoras de estados alterados por sustancias como alcohol, cocaína o marihuana. “Te ponés las gafas y vas a chocar con los conos; así te das cuenta de por qué no se debe conducir bajo el efecto de drogas”.

Prácticas viales desde la infancia

El 6, 10, 11 y 12 de junio serán días dedicados a escuelas de distintos barrios y al CAIF de Barrio William. Los niños no solo participarán en charlas según sus edades, sino que además harán pruebas prácticas en un circuito vial especial, aprendiendo a reconocer señales, usar casco y llevar cinta reflectiva en sus bicicletas. “Queremos que aprendan desde chicos que son responsables de su movilidad”.

Monopatines y movilidad eléctrica, marco legal pendiente

Cardozo también advirtió sobre la creciente circulación de vehículos de transporte personal como monopatines eléctricos y plataformas Segway. En una comparecencia ante la Junta Departamental el pasado 9 de mayo, plantearon la necesidad de regular estos medios. “Hay una circular desde 2020 con parámetros claros. Cada departamento debe matricular estos vehículos y establecer normas claras, pero en Salto aún falta avanzar en eso”.

Un llamado a cuidar la vida

En su mensaje final, Andrea dijo “Amemos la vida. Usen el cinturón, abróchense el casco, respeten las señales. Los inspectores no son los malos de la película, están para cuidarnos”. Alertó también sobre las devastadoras consecuencias de un accidente vial: “No queremos que reciban esa llamada del Ministerio del Interior notificando una pérdida irreparable”.

Compromiso comunitario continúo

Extendió una invitación a que la ciudadanía se involucre, plantee dudas y participe activamente: “Hay muchas preguntas sobre cruces, rotondas, señales. Podemos venir otro día a responderlas todas”.