
¿Se acuerda de Don Omar Lucas? /
Qué tiempos aquellos el de plazas con fotógrafos
Hubo un tiempo en que era habitual ver en plazas, parques y costaneras a los fotógrafos con sus cámaras colgadas al cuello, ofreciendo retratos instantáneos a niños, familias, parejas… y turistas. Antes aún, se los veía con grandes equipos que montaban sobre una trípode. El equipo, muchos lo recordarán, tenía una tela dentro de la que el fotógrafo introducía su cabeza para tomar la foto. Aquellas imágenes impresas al momento, muchas veces en blanco y negro, eran recuerdos entrañables que capturaban momentos únicos de paseo o celebración. Hoy, esa escena es prácticamente inexistente. De ese contexto hablamos cuando hablamos de Don Omar Lucas, el fotógrafo de la Plaza Artigas allá por los años 70 y 80. La foto que acompaña esta nota pertenece a Omar Balderrín y fue recientemente publicada en el perfil de Facebook de Mati Brochado, un apasionado rescatista de este tipo de historias.
Desplazados por la tecnología
La presencia de fotógrafos en espacios públicos ha ido disminuyendo drásticamente. Hoy es casi -o sin “casi”- inexistente. La llegada de los celulares con cámara, las aplicaciones de edición y la posibilidad de compartir imágenes al instante en redes sociales han transformado radicalmente la manera en que registramos nuestros momentos. Ya no se necesita de un profesional para obtener una foto: cualquier persona puede lograrlo con un dispositivo en su bolsillo.
En el mundo, aunque todavía quedan algunos en ferias, zoológicos o centros turísticos, se trata de una imagen nostálgica que poco a poco se desvanece. Quienes aún ejercen el oficio suelen ser adultos mayores, muchos de ellos con décadas de experiencia y anécdotas a cuestas. El fotógrafo de plaza, ese personaje entrañable y paciente, está desapareciendo. Y con él, una forma sencilla, humana y artesanal de congelar el tiempo.
Fotógrafos eran los de antes
Esto ha escrito Gualberto Ferradaz, en la misma publicación de redes sociales en que está la foto de Lucas: “Fotógrafos, Fotógrafos eran los de antes, verdaderos artistas, sin flashes automáticos, sin lentes sofisticados, sin compensadores de contraluz, sin grandes velocidades de obturación, sin computadoras para mejorar la toma, verdaderamente con el progreso se fue la magia de aquellos hombres que contribuyeron a detener el tiempo de muchas personas en los momentos más lindos...”.
¿Usted qué piensa? Usted decide.
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