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En una charla extensa y directa, el dirigente del Frente Amplio por el MPP, Mijail Pastorino, repasó dos temas que hoy están en el centro de la discusión en Salto: el traslado del tomógrafo que había llegado al hospital local y el pedido de endeudamiento por 60 millones de dólares que realiza la Intendencia.

El tomógrafo: lo que pasó realmente

Pastorino comenzó aclarando que el caso del tomógrafo “no es una cuestión de política chica”, sino un problema real de infraestructura y tiempos del Estado. Recordó que el gobierno anterior compró ocho tomógrafos iguales para distintos departamentos, incluido Salto. El equipo llegó en diciembre de 2024, pero no había instalaciones para ponerlo en funcionamiento.

Para instalarlo se necesitaba construir el búnker, la sala especial donde va el tomógrafo. La nueva administración comenzó esa obra en marzo. Según explicó Pastorino, cuando el búnker estuvo casi pronto, una inspección detectó que el piso no era apto, lo cual implicó tres o cuatro meses más de obra.

Mientras tanto, el equipo estaba parado en Salto, sin posibilidad de uso. “Tenías un tomógrafo, pero no tenías dónde instalarlo, y en el Cerro sí había condiciones”, explicó. Por eso ASSE decidió trasladarlo al Hospital del Cerro, mientras se termina la obra en Salto.

Pastorino insistió en que no fue una decisión política ni un castigo electoral, como algunos interpretaron. “Es lógico trasladarlo a donde se podía usar. Cuando esté pronta la sala en Salto, llegará otro tomógrafo igual”, afirmó. Además aclaró que el tomógrafo será administrado por CUDIM, no por el hospital, y que ya hay llamados abiertos para el personal que lo operará.

El financiamiento de USD 60 millones: el MPP y el Frente Amplio no acompañarán

El segundo gran tema fue el pedido de la Intendencia para endeudarse por 60 millones de dólares a 20 años. Pastorino fue claro: el MPP y el Frente Amplio no votarán esta solicitud, tal como resolvió el Plenario Departamental tras analizar los documentos enviados.

Explicó que el Ejecutivo departamental envió cinco documentos distintos, algunos con diferencias entre sí, y que el decreto que debe votar la Junta solo autoriza el endeudamiento, pero no especifica con claridad qué obras se harán, cómo se ejecutarán o cómo se garantizará la devolución del dinero.

“Es un cheque en blanco”

 Y agregó que no hay voluntad del Ejecutivo de discutir un plan conjunto, algo que sí ocurrió en otros departamentos como Canelones. Para Pastorino, muchas de las obras que la Intendencia menciona pueden incluirse en el presupuesto departamental o en fondos nacionales, y en caso de hacer falta un refuerzo específico, podría discutirse un financiamiento puntual para obras concretas, como el vertedero. “El problema no es hacer obras, estamos de acuerdo. El problema es endeudar a Salto por 20 años sin un proyecto claro”, sostuvo.

Recategorización de suelos y plusvalía: una advertencia

Consultado por la recategorización de unas 140 hectáreas, Pastorino recordó que toda modificación del uso del suelo genera plusvalía urbana, y que por ley, una parte de esa ganancia debe quedar para la comunidad. “No es estar en contra de la inversión. Lo que pedimos es que se cumpla la ley y que algo quede para el pueblo de Salto”, subrayó.

Un cierre sin dramatismos pero con firmeza

Pastorino pidió bajar el tono a las interpretaciones políticas y centrarse en los hechos. Reconoció errores, explicó procesos y remarcó que el Frente Amplio está dispuesto a apoyar obras, pero no un endeudamiento sin garantías. Sobre el tomógrafo, su conclusión fue simple: “Lo importante es que se instale y funcione cuanto antes. Eso es lo que realmente importa para la gente.”

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