Como cada 4 de mayo se conmemora el Día Internacional del Bombero, una profesión que tiene sus pilares en la vocación. En Uruguay, crece el número de bomberos voluntarios y la tarea suma tecnología para perfeccionar la prevención de incendios.

La fecha está marcada por un hecho trágico ocurrido en 1999 cuando cinco bomberos murieron en el combate a un incendio forestal en Australia. En Uruguay hay 1.300 policías del fuego y cada vez son más quienes lo hacen de forma voluntaria. El número de mujeres crece y actualmente supone el 30% del plantel.

La profesión tiene su origen fundamentalmente en la vocación y según concuerdan quienes la desempeñan es bastante sacrificada. “Mi vocación empezó porque mi abuelo es bombero, mi padre también es bombero y desde chico siempre miré lo que era el asunto, y siempre tuve curiosidad de lo que era ser bombero”, dijo Gonzalo Peralta, bombero hace cinco años. Al bombero, le tocó salvar la vida de una niña en un incendio y eso fue lo más fuerte que recuerda a lo largo de su carrera.

A lo largo de sus 135 años de historia, la Dirección Nacional de Bomberos ha evolucionado en capacitación y herramientas, recientemente con la incorporación de tecnología que permite mejorar la prevención de incendios: drones y cámaras detectoras de humo, por ejemplo.

DATOS

En el cuartel Centenario, el sonido de las alarmas son discriminadas dependiendo del tipo de emergencia, por ejemplo, este miércoles sonó la de Rocky Balboa, que supone brindar apoyo. Las guardias son de 24 horas, cada dos días de descanso y, solo el equipo de protección de combate al fuego pesa 15 kilos, con los cuales quienes se lo ponen tienen que lidiar a diario.

El riesgo es parte de la profesión, en Uruguay, 35 funcionarios murieron en el combate al fuego desde la creación de la dirección nacional hace 135 años.

En los últimos tres años, 150 personas perdieron la vida a causa de incendios, un promedio de 50 por año.