Hoy, desde la Liga Salteña de Fútbol Sala, volvemos a recordar y rendir homenaje a una figura que marcó profundamente nuestra historia y la de todo el futsal salteño: Pascual Tito Perna.

Aunque hayan pasado más de diez años desde su partida, su huella sigue intacta en cada cancha, en cada balón que rueda y en cada corazón de quienes vivimos y sentimos este deporte. Pascual no fue solo un hombre dedicado al fútbol sala, fue uno de sus grandes constructores, un ejemplo de pasión, trabajo incansable y amor por este deporte que tanto nos une.

Los futsaleros y salonistas de Salto, y de todos aquellos rincones donde llegó su influencia, continuamos siendo testigos de su legado. Pascual nos enseñó que el fútbol sala no es simplemente un deporte: es conexión, esfuerzo compartido, valores y comunidad.

Hoy, su espíritu trasciende generaciones. Sea que lo hayas conocido o no, Pascual Tito Perna está presente cada vez que un grupo de jugadores se reúne en una cancha con la ilusión de dar lo mejor de sí. Su memoria vive en los principios y en la pasión que nos impulsa en cada partido.

A todos los enamorados del fútbol sala: celebremos y recordemos a Pascual no solo en el recuerdo, sino también en nuestros actos, en la manera en que honramos este deporte que él tanto amó y por el que tanto hizo. El mayor homenaje que podemos darle es seguir construyendo sobre la base que él ayudó a forjar, con compromiso, energía y unión.

Porque aunque Pascual ya no esté físicamente desde hace más de una década, su legado nos susurra en cada rincón de la cancha y en cada gol. Y siempre estará.

Con respeto, admiración y gratitud,

*La Liga Salteña de Fútbol Sala.*