En algún momento habrá que hincarle el diente a la cuadra del empedrado de la calle Treinta y Tres Orientales pues se está pasando de patrimonio a molestar a todo el mundo por el sinfín de desniveles que presenta.

Pensemos que una cosa es cuidar los adoquines pero otra, muy distinta, es someter a todo el mundo a andar a los saltos durante toda la cuadra. Ya empezar a transitar en la esquina de Artigas es saltar como loco, si va una señora embarazada que se prepare, aprovechando que está cerca del Centro Médico, pues podría adelantar el parto.

En el final del gobierno del Germán Coutinho, con un proyecto del Fondo de Desarrollo del Interior, se sacaron  los adoquines de 18 de Julio entre Rivera y Artigas, cuadra de sanatorio donde los pobres pacientes llegaban más sacudidos imposible al enclave de salud. Se hizo todo, desde Harriague, y quedó notable, y se sacaron los siempre lindos adoquines y no pasó nada, al contrario, se ganó en calidad de vida para todos los que por allí transitan. También se podría hacer, en Treinta y Tres entre Artigas y Uruguay, una especie de arreglo manteniendo los adoquines, es decir, emaparejar las bases y recolocarlos pero evitando los saltinbanquis que a todo el mundo perjudican.

Por este tiempo, ya diciembre, se abren inscripciones para los muchos lugares de estudio que en Salto son variados, púbicos, privados, de todo, donde hay una gama bien amplia para elegir y luego meterle al ojo que de eso se trata. Acá no estudia el que no quiere porque hay universidad pública y privada, Polo Educativo Tecnológico, dos Escuelas Técnicas de UTU, dos institutos de Formación Docente y más institutos privados de gran nivel. Hay que agarrar la cuadernola y meterle nomás.

Ahora sí sonamos con el precio del limón, seguramente la fruta más sana que se conozca, con múltiples beneficios, como limpiar el hígado, evitar gripes y resfríos, controlar la sinusitis, en fin, se estima que el limón tiene 150 propiedades conocidas y otras tantas por descubrir. Pero bueno, llega el calor y el limón se trepa en las góndolas y ya anda en algunos lugares en cien pesos el quilo y agarrate porque en enero puede dar otro saltito en sus cotizaciones. Y todos sabemos lo importante que es para la cocina familiar.

A pesar del tránsito vehicular y peatonal que hay por la Avenida Batlle, algunos amigos del acelerador hacen en segundos las cuadras que van de la esquina del Salto Shopping y Terminal hasta el Obelisco que recuerda a Rodó. Y eso que hay varias cebras por allí, pero ahora que empieza a mermar el movimiento estudiantil algunos locos sueltos vuelan en esas cuadras. Una pena pues estamos todos expuestos.