Embarrar la cancha para sacar partido del caos
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy

Cortito y al pie. La resolución de la JUTEP es un mandado político realizado de mala forma para enchastrar, ensuciar y echar un manto de duda sobre la figura del intendente Carlos Albisu. Una operación deliberadamente orquestada como embestida baguala de los enemigos que acechan en las sombras y mueven el escenario político según sus intereses. Mandado mal hecho, operación mal realizada, fuentes dudosas y arbitrarias, inexistencia de hechos ilegales y desconocimiento a la ley.
El informe de la asesoría jurídica de la Junta Departamental a cargo de la Dra. Cecilia Eguiluz es pristino y terminante, no hay lugar a dudas.
Reitero: La fuente no es confiable, son las páginas del Semanario Caras y Caretas, una redacción improvisada y que no se ajusta a los hechos, y hay un notorio desconocimiento de la ley vigente. Un caso armado deliberadamente.
No hay nepotismo alguno, el director de obras no es hijo o pariente directo del intendente Albisu, no trabaja en su oficina ni despacho y además es la persona más indicada para ocupar el cargo: joven profesional dispuesto a dejar todo en la cancha en favor de Salto.
El daño ya está hecho, presumiblemente. La rectificación de la noticia eventualmente será en letra chicha. La aclaración jurídica y política contra la resolución de la JUTEP llegará luego que la noticia corriera como reguero de pólvora: el caso de nepotismo en la intendencia de Salto, la denuncia que el intendente y su secretario general habían colocado al Ing. Texeira Nuñez en la Dirección del Departamento de Obras. Pues bien, no fue así, no hay relación filial directa entre el intendente y el director. Todo es una confabulación… Hay que decirlo claramente y en voz alta…
En cualquier caso ninguna sospecha de corrupción o de mala praxis, o de perjuicio a la administración o desconocimiento de las leyes vigentes.
Crónica de una muerte anunciada, el libro de Gabriel García Márquez, cuyo título es frecuentemente utilizado para dar cuenta de cosas que sucedieron a sabiendas de que terminarían mal.
Yo veo un hilo conductor en toda esta historia. Una conspiración para un armado político meticuloso y perverso. A partir del conflicto con ADEOMS respecto a los 291 cesados en la Intendencia. En la movilización la necesidad de embarrar la cancha, la estrategia de arrasar con todo… el manotón de ahogado para intentar prender fuego toda la pradera y explotar todo.
Una denuncia anónima… Lo veo a “Cholin” Gómez, presidente de ADEOMS. Partido Comunista del Uruguay prendiendo la mecha desde las sombras.
Una fuente como el semanario Caras y Caretas, órgano relacionados directamente con el Partido Comunista del Uruguay. Operadores serviles del Partido. Es lo mismo que saliera en El Popular, igual.
La actuación de oficio de la JUTEP en base a la publicación de Caras y Caretas. La presidente de la JUTEP, la doctora Ana Ferraris, notoria integrante del Partido Comunista del Uruguay. Hace el mandado y da la estocada final. Resolución sobre corrupción y nepotismo en la intendencia de Salto
Y toda la operación en conocimiento y conformidad del Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, secretario general del Partido Comunista del Uruguay. Y de Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, integrante del Partido Comunista del Uruguay.
Si es peludo, tiene cuatro patas, una cola y ladra, entonces, no hay dudas que la descripción es de un perro. No es una gallina, un gato o un caballo, es un perro.
Una operación pensada, armada y desarrollada por los compañeros de clase en favor de los colegas en conflicto de Salto y el benemérito Cholin, presunto director de la orquesta. Ese es el origen del asunto… así de macabro, ni más ni menos.
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