La JUTEP cuestionada
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy
En poco tiempo es la segunda vez que la JUTEP toma una resolución con un perfil netamente político partidario, y hubo muchos más. Ahora el cuerpo está integrado por dos miembros del oficialismo frenteamplista, Ana Naría Ferraris y Alfredo Asti, con Luis Calabria por la minoría del Partido Nacional, y desde luego ocurre cierto perfilismo en la actuación de acuerdo a las circunstancias que se van dando pero no puede convertirse en un Comité de Base del Frente Amplio como tampoco en un Club Partidario de un Partido Tradicional, si fuera el caso.
En una actuación estrictamente política partidaria con apariencia de operación armada para afectar la imagen del intendente de Carlos Albisu, la JUTEP calificó la situación de Salto como de corrupción y nepotismo. Una decisión sin fundamento, ignorante de la ley vigente, apresurada e improcedente, que intentó afectar al intendente de Salto por la designación del Ingeniero Texeira Nuñez como Director de Obras. Un disparate total que no tiene base jurídica alguna y solo se trataría de un mandado político que responde a intereses específicamente partidarios. Llama la atención que la JUTEP tomó la determinación con solo dos de sus integrantes, ambos del Frente Amplio, el tercero todavía no había sido nombrado efectivamente en el cargo. Además fue una resolución expresa y expeditiva, que mediante grosera calificación de corrupción y nepotismo, intentó dejar fuera de combate al jefe comunal salteño. Muy notorio y burdo…
Los abogados de la intendencia, la Junta Departamental de Salto y su asesoría jurídica, los operadores políticos en general, negaron enfáticamente los hechos atribuidos, dieron cuenta de las debilidades oportunistas de los miembros de la JUTEP y echaron por tierra toda implicancia en las cuestiones atribuidas. Además, para colmo, parece ser que en su momento el informe jurídico de la propia Junta no dice ni atribuye nada de lo que organismo a posteriori determinó. Lo dijo Calabria, el miembro de la minoría, nombrado días después de ocurridos los acontecimientos.
Ahora otra vez la JUTEP operando políticamente en favor del gobierno y con la voz en contra del miembro de la minoría, Luis Calabria. Resulta que también hay un informe jurídico interno que establece claras incompatibilidades de Álvaro Danza en el ejercicio de su cargo como presidente de ASSE al mismo tiempo de su condición de empleado de mutualistas y empleos privados. La JUTEP no solo ignoró el documento sino que actuó por lo contrario, al dictaminar expresamente la legalidad de la permanencia en el cargo por inexistencia de incompatibilidades, todo al revés de lo informado oportunamente por los abogados del organismo y exclusivamente en función de los intereses del gobierno metido en un lio mayúsculo por la actuación notoriamente inconstitucional de Danza en la presidencia de ASSE. Y Calabria solo como Don Quijote luchando contra los molinos de viento dando cuenta de semejante comportamiento de un órgano que se supone vela por la transparencia y el comportamiento de los actos públicos.
No tienen vergüenza al actuar de tal manera que resulta evidente la parcialidad interesada y flagrante de los miembros oficialistas de la JUTEP. Es evidente y probado que Danza ejercía un multiempleo inconstitucional, se sabía dónde trabajaba y cuanto cobraba. Incluso se comprobó que tenía la virtud de la bi-locación, capacidad atribuida solo a los santos -al Padre Pio por ejemplo- porque marcaba tarjetas de ingresos y atención en más de un lugar y al mismo tiempo. Como sería la cosa que la Ministra de Salud Pública, férrea defensora a ultranza de Danza, ya le pidió la licencia o renuncia de los cargos privados que competían con la presidencia de ASSE, de alguna manera para remedar la cosa y poner paños tibios en las heridas generadas.
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