En la jornada en que se celebró el día del periodista y el comunicador en la Plaza de la Comunicación, allí en la Costanera Norte, en un muy lindo acto organizado por APC, Asociación de Profesionales de la Comunicación, se dieron muchos escenarios.

Uno de ellos es ver la terrible soledad del diputado Álvaro Lima que llegó a un costadito, con su mochilita, saludó a un par de personas, se quedó por allí, y al rato se fue sin esperar que terminara el acto en sí. ¿Qué tenía que hacer? ¿Repartir folletos? A esta altura el problema de los Lima es patológico, se han cansado de mentir y ahora empiezan a cosechar parte de esa mentira. Recordemos a principios de este año, cuando Andrés era intendente y se venían las elecciones municipales y Lima chico era el candidato a intendente de su hermanito cómo usaba a placer la estructura municipal en unos comunicados chatísimos, donde desde la comuna se informaba "que el diputado Lima iba a tal lado" como que fuera una hazaña. Terrible. Algo que quien esto escribe había advertido desde adentro y como no aplaudía como bufón terminó afuera, lo que no nos cambia un ápice pues los cargos pasan, las personas y la dignidad quedan. En el verano de principios de este año se había inaugurado hacía poco el árbol navideño en la Plaza de los Treinta y Tres Orientales y por allí apareció Alvarito, no se sabe a qué pero el andaba. Y aparecieron varias designaciones directas de la comuna a saludarlo en diálogos que no tenía ningún contenido salvo hacerse ver para que le contara al hermano. No criticamos a la gente, era el reino del terror que había armado Andrés donde era más importante repartir un folleto que arreglar una calle. Así le fue, hoy hasta le formalizan los ediles, esos cracks que le aplaudían todas las estupideces.

Uno, que supo estar en la génesis del proyecto, le llama la atención la caída aún ocupando años del poder, porque Andrés fue diputado y reelecto, intendente y reelecto, ahora Álvaro, por el dedazo del hermano, pero es diputado al fin y reelecto. Claro, no tendrá la camionetita de la intendencia para recorrer no se sabe a qué la campaña de Salto, nos privará de su calificada "valija viajera", oda cultural si las hay. Cuesta creer esta gente a dónde terminó teniendo todo, les quedará Iris como mucho, porque lo que han prometido y anunciado no tiene nombre. Son así, o el poder los mostró como eran en realidad. Seguimos esperando la clínica de suicidios, seguimos esperando el puerto de barcazas, el proyecto El Milagro y los miles de puestos de trabajo. Máquinas de engatuzar a la gente prometiéndole empleo a todo el mundo. Terrible. Ni hablemos de lo que han vendido humo con los terrenos, con las cooperativas que han promovido con un montón de vicios en la formación olvidándose de la ley de ordenamiento. Y eso que son abogados.

Ahora salta que Andrés anda con problemas en Mevir, premio consuelo por unos votitos que le tiró Orsi. Y ni allí hace pie. Tendrá que llevarse más amigos que lo aplaudan todo el día, que es lo único que le sirve. Ojo que varios de esos amigos ya miran con cariño a Albisu, por las dudas, otros se alejan y dicen que no acompañan el proyecto. En fin.

Si bien somos contestes que en política no hay muertos, esperemos que esta gente nunca más vuelva a ocupar cargos públicos porque son máquinas de mentir, no aportan nada, han dejado el tendal de personas defraudadas y todavía se las dan de críticos de Albisu. Una maraña de ordinarieces que esperemos que Salto los tenga en cuenta y los ponga en el lugar que merecen. Ni en figurita soportar a estos hermanos del terror de nuevo.