Las no mayorías parlamentarias como garantía de mejor salud republicana
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Por José Antonio Cardozo
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jacardozo@laprensa.com.uy

Desde que alcanzó el poder el Frente Amplio en el 2005, bajo la presidencia del extinto Dr. Tabaré Vázquez, lo hizo con mayorías parlamentarias. Status quo que mantuvo durante sus 15 años de gobierno en donde ganó en forma consecutiva, pasando por José Mujica en el 2010 y devuelta Tabaré Vázquez, en el 2015. Entre 2005 y 2015, se llevaron a cabo diversas medidas y proyectos legislativos que marcaron un cambio significativo en el país, durante los cuales el Frente Amplio no tuvo necesidad de negociar con la oposición, e hizo pesar sus votos para imponer una única visión.
Tal vez, el caso más emblemático fue la reforma del sistema tributario en el primer quinquenio, en donde quedó plasmada la visión de Danilo Astori, con el movilizador argumento -o al menos la forma en cómo "se vendió" la iniciativa diciendo- que se buscaba con ella una mayor equidad fiscal, introduciendo el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), con el famoso "que pague más el que tiene más". La medida pretendía como corolario la redistribución más equitativa de la riqueza. Con la perspectiva que otorga el paso del tiempo, podemos discrepar acerca de si esta noble intención se alcanzó en la realidad. Otro proyecto importante, fue la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario en 2013, que convirtió a Uruguay en uno de los primeros países de América Latina en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, otorgando mayores derechos civiles para la comunidad LGBTQ+.
En el mismo año, Uruguay legalizó la producción, distribución y consumo de marihuana. Esta decisión fue promovida por el entonces presidente José Mujica, que pretendía combatir el narcotráfico y reducir la violencia asociada al mercado ilegal de drogas. La ley permite a los ciudadanos mayores de 18 años registrar hasta seis plantas para uso personal, comprar hasta 40 gramos mensuales en farmacias autorizadas, o ser parte de clubes de cultivo, así se quiso regular un mercado negro. Pero otra vez, el paso del tiempo sentenció, lamentablemente el narcotráfico siguió campante, y la violencia asociada, nunca dejó de crecer.
No podemos olvidar otra medida medular durante los gobiernos del Frente Amplio, que fue la implementación del Plan de Emergencia y el Plan de Equidad, programas que buscaron "reducir la pobreza extrema y mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables", sobre todo después de la crisis del 2002. Pero esa emergencia pareció nunca acabar, al tiempo que la tarjeta MIDES se terminó utilizando como una dádiva a cambio de un voto cautivo.
Hubieron muchos ejemplos más que podríamos citar, como la promoción de la Ley de Educación, en donde se cambió la gobernanza, lo que reestructuró el sistema educativo dejándola en manos de las corporaciones sindicales. Esto terminó en los peores resultados, las pruebas PISA no dejan mentir. Lo que tienen en común todos estos proyectos, es que se votaron bajo un status quo que gozaba de mayorías parlamentarias, dando poco o nada de incidencia a la oposición.
Ese status hoy cambió y quedó de manifiesto ante un proyecto de importancia como lo es la Reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios. El miércoles pasado la Cámara de Representantes, introdujo modificaciones que suponen sepultar los planes del gobierno. Esto ocurrió por que la oposición logró una mayoría que hizo fracasar el esquema diseñado por Oddone y aprobó otra iniciativa, que se basa casi en su totalidad en aportes de Rentas Generales y la posibilidad de que la caja tome préstamos o emita deuda con garantía del Estado para hacer frente a sus obligaciones.
Estas aguas, las de las no mayorías, son desconocidas para el Frente Amplio, en las que deberá aprender a navegar para interactuar con una oposición que ahora le puede torcer el brazo. De cualquier manera, esto garantiza una mejor salud republicana.
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