40 años de historia /
La Comisión Vecinal de Baltasar Brum celebra su legado y proyecta su futuro
La Comisión Vecinal de Baltasar Brum cumplió 40 años y lo celebró con la emoción y el sentido de pertenencia que caracteriza a este histórico barrio del Cerro. En una entrevista en el Streaming de Diario La Prensa, Daniel Coppa, actual presidente de la Comisión (2023–2025), repasó el camino recorrido desde aquel octubre de 1985, cuando Uruguay recuperaba la democracia y los vecinos volvían a reunirse libremente para dialogar, proyectar y construir comunidad.
Coppa recordó que él se integró en 1988, tres años después de la fundación, pero reconoce el impulso inicial de un grupo de vecinos que, tras años de silencio obligado, sintió la necesidad de juntarse y proponer actividades. La primera idea fue una biblioteca barrial, y las primeras reuniones se realizaron en un local comunal de las viviendas de la calle Zorrilla, casi Paraguay.
El crecimiento inicial fue posible gracias a la cesión de un local parroquial por parte del entonces cura Juan José Rodríguez. Allí comenzaron a dictarse cursos de tejido, crochet, lana cruda e incluso cocina. La Comisión funcionó en ese espacio por varios años hasta que la parroquia necesitó recuperarlo. Fue entonces cuando Eva Ferrari, histórica integrante de la institución, cedió parte de su propia casa para que la Comisión pudiera seguir funcionando. “El sueño siempre fue la casa propia, como cualquier familia”, relató Coppa.
La sede propia, un logro histórico
Con ese sueño como horizonte, durante la década del 90 la Comisión impulsó numerosas actividades para recaudar fondos. Los carnavales del cerro fueron clave: “Poníamos cantina, mesas, sillas, vendíamos de todo para juntar la primera plata grande”, recordó Coppa. Finalmente, en los 90 se concretó la compra del terreno en Chiazzaro 1085, y mediante un convenio con el Ministerio de Trabajo y Obras Públicas, encabezado por el ministro Lucio Cáceres, se obtuvo el préstamo necesario para construir la primera sede, inaugurada alrededor de 1996.
En 1992 la Comisión obtuvo su personería jurídica, “la cédula de identidad de la Comisión”, lo que marcó un paso fundamental para su consolidación institucional.
Celebración de los 40 años, emoción y reencuentro
La celebración de las cuatro décadas de historia fue un éxito rotundo. La cena aniversario, realizada en el Club Salto Grande, debió limitar su capacidad debido al espacio disponible. “Pensábamos vender 100 tickets y terminamos vendiendo 120; lamentablemente muchos vecinos quedaron afuera”. Sin embargo, quienes asistieron vivieron una noche cargada de afecto, música, reencuentros y emoción. Muchos antiguos integrantes, algunos ya de edad avanzada, pudieron compartir nuevamente con la comunidad que ayudaron a construir. Incluso algunos expresaron su deseo de volver a colaborar.
Una comisión activa y en crecimiento
Hoy la Comisión Vecinal de Baltasar Brum atraviesa un periodo de intensa actividad. Entre cursos y talleres, ofrece entre 16 y 17 propuestas que alcanzan a unos 120 alumnos. Además, la Comisión tiene una particularidad: sus socios no son individuos, sino familias. Actualmente cuenta con un caudal social de aproximadamente 220 familias, cuyo aporte económico, una cuota voluntaria a partir de $100, constituye el principal sostén de la institución junto con el alquiler de la sede para eventos.
Coppa destacó que la sede, ampliada con el tiempo, necesita nuevas mejoras. Entre los proyectos inmediatos se encuentra la construcción de un muro perimetral en un terreno contiguo adquirido alrededor de 2010. La Intendencia ha prometido colaborar con la mano de obra, mientras que la Comisión aportará los materiales. El muro permitirá habilitar un espacio abierto para actividades y mejorar la seguridad del predio. El segundo proyecto es la construcción de una barbacoa cerrada que funcione tanto como nuevo salón para cursos como para alquiler en eventos.
Un barrio con fuerte identidad y pertenencia
Consultado sobre el territorio que abarca la Comisión, Coppa detalló que los límites oficiales establecidos por la Intendencia abarcan desde 8 de Octubre y Amorín hasta Paraguay y la Costanera. Sin embargo, la Comisión se siente parte de todo el cerro debido a que en su área se concentran instituciones clave: el Club Nacional, la UBA, la Plaza Flores, la parroquia, la Escuela Nº 5 y el Jardín 103, entre otras.
El sentido de pertenencia de los vecinos del cerro es profundo, asegura Coppa. Tanto es así que vecinos de zonas donde otras comisiones han dejado de funcionar se acercan cada vez más a Baltasar Brum.
Feria Flores, un sello del barrio
Una de las actividades más reconocidas de la Comisión es la Feria Flores, creada por un grupo de jóvenes voluntarias —Fiorella, Yamila y Angie— que aportaron dinamismo y nuevas ideas. La feria se distingue por ser exclusivamente artesanal: no se permiten productos comprados para reventa, lo que promueve el trabajo genuino de emprendedores locales.
Artistas textiles, carpinteros, cocineros y viveristas participan cumpliendo requisitos estrictos: marca propia registrada en la Intendencia y cursos de manipulación de alimentos en el caso de los gastronómicos. La uniformidad de los stands (gazebos blancos de 3x3) le otorga una estética muy cuidada. La feria ha crecido tanto que ya no caben todos en la Plaza Flores, obligando a limitar cupos por rubro. Actualmente se realizan dos ferias al año: una para el Día de la Madre y otra en Navidad.
Bingos, talleres y una exposición fotográfica inolvidable
Otra actividad destacada son los bingos, especialmente pensados para adultos mayores. “A veces el bingo no termina nunca porque la gente no se quiere ir”, contó Coppa entre risas. También se alquila la sede para reuniones pequeñas, asados y eventos familiares, con algunas limitaciones por el uso de música.
Entre los hitos del 40º aniversario se destacó la Expo Fotos, organizada por Fiorella Zucic y el artista plástico Diego Santurio. Participaron fotógrafos profesionales, aficionados y vecinos que aportaron imágenes históricas del barrio. La muestra recibió cerca de 3.000 visitantes en dos días, atrayendo incluso a personas de otros barrios.
Invitación abierta
Coppa cerró la entrevista invitando a los vecinos a sumarse como socios o participar de las reuniones de la Comisión, que se realizan los lunes. Allí se atienden inquietudes sobre luminarias, recolección de residuos, problemas derivados de las crecientes del río y todo tipo de necesidades barriales. “Cuanto más gente viene, más cosas se hacen”.
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