
A cinco años de su partida /
El legado del Ing. Eladio Dieste vive en Salto
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Por Leonardo Vinci
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joselopez99@adinet.com.uy

El 29 de julio se cumplen cinco años desde que nos dejó el ingeniero Eladio Dieste, uno de los grandes creadores de la arquitectura latinoamericana del siglo XX. Reconocido a nivel mundial por su revolucionario uso del ladrillo y la técnica de la cerámica armada, Dieste dejó una huella imborrable en Uruguay, y especialmente en la ciudad de Salto, donde se concentra un conjunto excepcional de sus obras. Este aniversario es una ocasión propicia para reivindicar su figura y proponer una mirada renovada sobre su valioso legado.
Salto es una ciudad privilegiada: posee una de las mayores concentraciones de obras de Dieste en el país. Desde espacios industriales y terminales de transporte hasta paradores turísticos, cada estructura refleja la maestría del ingeniero en el manejo del ladrillo, la luz y el espacio. Arquitectos, estudiantes y amantes del arte encontrarán en Salto un verdadero laboratorio a cielo abierto de arquitectura moderna con sello uruguayo.
El acervo Dieste en Salto
Entre sus creaciones más notables en la ciudad se encuentra la vieja Terminal Municipal de ómnibus, construida en 1973, con sus seis bóvedas autoportantes que aún hoy sorprenden por su elegancia estructural. También la Citrícola Salteña, la planta industrial de Refrescos del Norte (actual Fénix), el gimnasio del Club Remeros, y el hermoso Parador Ayuí en la costanera norte. Todas ellas, obras pensadas para grandes espacios y uso colectivo, con una impronta estética y funcional que resiste el paso del tiempo.
"La Gaviota"
Uno de los símbolos más queridos por los salteños es la estructura conocida como “La Gaviota”, una audaz cubierta originalmente diseñada para la estación de servicio de Barbieri y Leggire, en 1976. Esta pieza, que fue trasladada por la Ingeniera Roxana González al ingreso de Salto por ruta 3 y convertida en “Puerta de la Sabiduría”, es ejemplo vivo del ingenio estructural de Dieste. Según el arquitecto Winston Mañosa, “es una estructura única, audaz, y que por suerte fue salvada”, aunque lamenta ciertos agregados que desdibujan su pureza original.
"Tour Dieste"
Mañosa sostiene que las obras de Dieste en Salto merecen un circuito turístico propio. “Debería haber un tour para visitar y conocer todas las obras de Dieste que hay en Salto, que son muy diferentes y vale la pena conocerlas por parte de los interesados en saber más sobre todo lo hecho por ese genio”, afirma. Relata incluso que un investigador de la Universidad de Florencia, preparando una tesis sobre Dieste, recorrió estas estructuras maravillado. “Si en Italia lo estudian, parecería absurdo que los uruguayos no valoráramos debidamente a ese hombre”, remarca.
Material tan humilde como el ladrilo
El valor patrimonial de estas obras va más allá de su belleza estética. Representan una filosofía constructiva austera, ingeniosa y profundamente uruguaya. Dieste supo utilizar con eficiencia un material tan humilde como el ladrillo, y transformarlo en una herramienta expresiva que desafiaba la gravedad, integrando economía, técnica y poesía.
Lógica y respeto
En un país donde a menudo se mira más hacia afuera que hacia lo propio, sería un acto de justicia cultural y también una oportunidad turística crear un “Tour Dieste” en Salto. Sería un atractivo para estudiantes de arquitectura, ingenieros, turistas y ciudadanos curiosos que quieran conocer de cerca una forma de construir que combina belleza, lógica estructural y respeto por los recursos locales.
A cinco años de su partida...
El mejor homenaje que podemos rendirle al ingeniero Eladio Dieste es conservar, valorar y mostrar sus obras con el orgullo que merecen. Porque en Salto no solo dejó estructuras: dejó ideas, sensibilidad, y una visión de país que aún hoy nos interpela.
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