La propuesta, organizada por el Departamento de Ambiente de CARU, brindó a los guardavidas herramientas para reconocer visualmente floraciones algales. Con la participación de decenas de guardavidas de Argentina y Uruguay, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) realizó este viernes,  en su sede de Paysandú la última de las jornadas de capacitación destinadas a reforzar las acciones de vigilancia y prevención ante floraciones de cianobacterias en las playas del río. La instancia marcó el cierre de un ciclo de formación que también incluyó actividades previas en Concepción del Uruguay y Concordia.

La propuesta, organizada por el Departamento de Ambiente de CARU, tuvo como propósito brindar a los guardavidas herramientas concretas para reconocer visualmente floraciones algales y comprender los riesgos sanitarios asociados, en un contexto en el que estos eventos se vuelven cada vez más frecuentes durante la temporada estival. La iniciativa cobra especial relevancia debido al rol estratégico que cumple el personal de playa en la detección temprana de eventos de desarrollo de floraciones de cianobacterias y en la comunicación oportuna con la población.

Teoría y práctica

Durante la jornada en Paysandú, los participantes trabajaron en una modalidad teórico-práctica que incluyó contenidos técnicos sobre características de las cianobacterias, los factores que influyen en su crecimiento y los posibles efectos en la salud humana. Posteriormente, se desarrolló un ejercicio de reconocimiento de estadíos a partir de material visual, y una instancia de campo en una playa del río Uruguay, donde se aplicó el método de monitoreo visual incorporado en el Programa de Vigilancia de Playas que CARU sostiene desde 2009.

Uruguay y Argentina

Durante las distintas  capacitaciones se contaron con la participación de especialistas de CARU, del Ministerio de Ambiente de Uruguay y del Instituto Nacional del Agua de Argentina, lo que permitió integrar enfoques y experiencias de ambos países en materia de gestión ambiental y seguridad en playas. Las responsables del Departamento de Ambiente de CARU, Gabriela Sena y Natalia Rourgier, participaron de la conducción técnica y lideraron el diseño de los contenidos, coordinaron las instancias teóricas y prácticas, y acompañaron de forma permanente el desarrollo de las tres jornadas. La participación de dichas técnicas fue clave para garantizar la calidad científica de la formación y su adaptación a las necesidades reales del personal de playa.

Mirada regional

Asimismo, se reconoció el compromiso y la participación destacada de varios asistentes, representantes de las intendencias de Paysandú, de Río Negro y del Municipio de Colón, quienes aportaron experiencias valiosas desde sus territorios y mostraron un alto nivel de involucramiento en las dinámicas de trabajo. Su contribución fortaleció el intercambio colectivo y permitió enriquecer la mirada regional sobre la gestión de floraciones algales.

Capacidad de respuesta

Según destacó la presidenta de la Delegación Uruguaya en la CARU, Cecilia Bottino, el “objetivo central es fortalecer la capacidad de respuesta de quienes están diariamente en contacto con los bañistas, anticipándose a situaciones de riesgo y contribuyendo a una temporada más segura. La información generada en el marco del monitoreo se vuelca semanalmente en el portal institucional de CARU, donde se publica el estado sanitario de las playas del río”.

Ciclo anual de formación

Con esta tercera jornada, CARU completó su ciclo anual de formación, reafirmando su compromiso con la gestión ambiental binacional y con la protección de las comunidades que disfrutan del río Uruguay.