
Historias de vida /
Mario Danubio Almeida
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Por Leonardo Vinci
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Mario Danubio Almeida, guitarrista desde siempre nos cuenta que la guitarra llegó a sus manos cuando su padre- que era argentino, de Corrientes- empezó a enseñarle. “Pude nacer allá, porque mamá se fue donde estaba él y era para tenerme allá. Yo era para ser argentino. Se vinieron para acá, bueno, y así fue.” Almeida nos cuenta que “Don Ramón fue quien ayudó a mi padre y a mi madre en todo. Gracias a él pudieron resolver muchas cosas.
Mi padre me enseñaba a tocar la guitarra en el fondo de mi casa y yo empecé de a poco a agarrarle la mano. Después toqué más que papá. Él acompañó a Óscar Alonso. Era de la época de Gelós y Toledo. Una vez que aprendí, me fui para Bella Unión a los 18 años, donde estuve un par de meses. Luego me fui a La Barra. Me hice amigo de unos músicos que me acompañaban a mí y ahí empecé a tocar por todos lados, en bares y cabarets, en una época en la que la gente salía mucho. Yo estaba un año allá, y otro en Artigas o en Salto. Vivía de la guitarra cuando tenía 20 años.
Fui acompañante de Alfredo Zitarrosa...
Poco después, acompañé a Alfredo Zitarrosa durante tres meses. Como músico de estudio, grabé en Sondor, en Montevideo, junto al Super Grupo Luna. Mi padre siempre contaba que acompañaba con la guitarra a Don Ramón cuando era joven y le gustaba cantar tangos.
El Fogon de los de Viana en Radio Cultural
Luego empecé a acompañar a todos los que actuaban en el Fogón de los de Viana. Era el guitarrista de todos los que iban ahí. Entre los que se encontraba Rúben Cardoso que trabajaba en la Intendencia e imitaba a Magaldi.Acompañé a Nelson Cruz y Los de Viana, y a los recitadores Nico Cuña y Eleazar Yemes. Todos los domingos era impresionante la gente que venía al Fogón de los de Viana. ¡Qué recuerdos! ¡Qué lindo que era! Ah, la verdad que me encantaba. Porque yo llegaba la hora, me vestía y me iba para la radio. Acompañaba a todos, incluyendo a los Curbelitos.
El bar del Chocho Garcia
En Calle Uruguay, ahí donde estaba, bien enfrente a la Intendencia, había un bar que era del Choco García. Allí tocaban mi padre y Gelós, que era muy virtuoso. Acompañaban a todo el mundo. Gelós era ritmista, o sea, acompañante. No era puntero como yo.
Villa Quebracho
En la actualidad, voy seguido a Villa Quebracho, donde vive mi hijo. Allí me hablaron “los musiqueros del fogón” para que toque con ellos. Los musiqueros del fogón grabaron en Montevideo.En Salto estoy tocando un repertorio instrumental con dos muchachos de Concordia que son acompañantes. Actuamos en todas las termas. O sea, en Guaviyú, en el Daymán y en las termas de Arapey.
"El pájaro campana"
Sigo con la misma digitación. El “pájaro campana” lo hago igualito como los hacía antes, cuando lo tocaba en la espalda y con los pies como lo hice una vez en el Teatro Larrañaga.Por ahora, gracias a Dios, estoy tocando bien. A pesar de los 71 años de edad que tengo y espero seguir haciéndolo por muchos años más.
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