En el marco del proyecto de intercambio educativo entre Uruguay y México, continúan desarrollándose valiosas instancias de encuentro virtual entre estudiantes y docentes de ambos países. Esta iniciativa, impulsada por los docentes salteños Gisela Pinato y Silvio Previale, cuenta con el respaldo del Consejo de Formación en Educación y articula esfuerzos entre el Instituto de Formación Docente (IFD) de Salto y la Escuela Normal para Educadoras de Tula, en México.

Taller de teatro de sombras y escritura creativa

La propuesta de intercambio incluye un taller conjunto de teatro de sombras y escritura creativa, una experiencia pedagógica innovadora que permite a los estudiantes trabajar la expresión artística y literaria en clave intercultural. La actividad combina la creación de relatos con su representación escénica a través de siluetas, luces y sombras, desarrollando tanto la creatividad como habilidades comunicativas y didácticas.

Una experiencia formativa sin fronteras

Coordinado por Mónica Braceiro y Gisela Pinato, el proyecto tiene como protagonistas a estudiantes del IFD de Salto y del centro educativo mexicano, quienes, gracias a las posibilidades tecnológicas, participan en videoconferencias y talleres que fomentan el diálogo entre realidades educativas distintas.

Estas instancias no solo enriquecen la formación académica, sino que también promueven el respeto, la empatía y la comprensión intercultural, pilares fundamentales para la docencia en el mundo actual.

Docentes referentes y contenidos compartidos

El profesor Fernando Saynes López, desde México, ha sido uno de los encargados de dictar contenidos en estas jornadas virtuales, contribuyendo a una propuesta que combina teoría pedagógica con la práctica en territorio.

Por parte de Uruguay, también participan activamente desde Salto Diego Caballero y Silvio Previale, quienes junto al resto del equipo docente han diseñado una agenda de actividades pensadas para ampliar los horizontes de los futuros educadores.

Educación sin límites

Este proyecto demuestra que la formación docente puede y debe romper barreras geográficas. El intercambio entre Salto y Tula es un claro ejemplo de cómo las nuevas tecnologías pueden ser puentes para el crecimiento profesional y humano, apostando a una educación más integrada, plural y conectada con el mundo.