La Seguridad Social no es un gasto /
Es un derecho humano que debemos defender
Marita Rodríguez, integrante del Movimiento Nacional en Defensa de la Seguridad Social (MONDES) y de la Comisión de Seguridad Social de ATSS, el sindicato de los trabajadores del BPS. Marita, ya jubilada, lleva años recorriendo el país para informar, denunciar injusticias y defender un sistema de Seguridad Social que proteja realmente a toda la población.
Marita comienza recordando que desde 2020, junto a compañeros del BPS, se trabajó en un proyecto de reforma pensado para beneficiar a la gente. Ese proyecto fue presentado ante la presidencia del Dr. Lacalle Pou y también ante la Comisión de Expertos, pero nunca fue considerado. Esa falta de respuesta llevó al movimiento y a decenas de organizaciones a impulsar un plebiscito para reformar la Constitución. Aunque no se alcanzó la cantidad de votos necesaria, casi un millón de uruguayos acompañaron la propuesta. “Cuando dicen que este tema se ‘saldó’, están equivocados”, afirma. “Lo único que no salió fue la reforma constitucional, pero los problemas siguen vivitos y coleando”.
Jubilaciones y pensiones paupérrimas
Uno de esos problemas es el drama de las jubilaciones y pensiones paupérrimas. Marita describe con crudeza la realidad cotidiana en las colas del BPS y del BROU: jubilados renovando préstamos por mil pesos para poder comer al día siguiente. “Es injusto. Son trabajadores que aportaron toda su vida y merecen un mínimo bienestar”.
Pobreza Infantil
También cuestiona el uso político de la llamada “pobreza infantil”, aclarando que los niños son pobres porque viven en hogares pobres, sostenidos muchas veces por padres con salarios de 25 mil pesos o empleos precarizados. “No es pobre contra pobres —dice—, la Seguridad Social debe proteger a todos”.
Seguridad Social como derecho humano
Marita enfatiza algo fundamental: la Seguridad Social es un derecho humano. No es un gasto ni un lujo. Sin embargo, se ha instalado la idea de que el sistema “no da los números” o está “desfinanciado”. Con claridad, señala la incoherencia: nadie dice que la salud pública o la educación son “gastos” que habría que recortar por costosos. Se les llama inversión. Lo mismo debería ocurrir con la Seguridad Social.
A esto se suma un problema mayor: los aportes patronales en Uruguay son los más bajos del mundo, apenas 7,5%, mientras que los trabajadores aportan el 15%. Y mientras pequeños comercios o monotributistas no pueden darse el lujo de no pagar, grandes empresas y capitales deben millones al BPS sin recibir sanciones.
Si el dinero de las AFAPS quedara en el BPS...
Otro punto crítico es el rol de las AFAP. En 2023, el BPS transfirió 1.870 millones de dólares a estas administradoras privadas. “Si ese dinero quedara en el BPS, el sistema sería completamente distinto”, afirmó Rodríguez. Y recuerda que los altos cargos políticos y salarios mayores a 270 mil pesos no aportan al BPS por todo su ingreso, algo que la mayoría de la población desconoce.
Frente a este panorama, Marita advierte que el llamado “diálogo social” no está siendo un espacio real de discusión: “Es un monólogo”. Y asegura que, si es necesario, el movimiento volverá a impulsar un plebiscito en la próxima elección. “Esto es una causa de justicia”, concluye. “No vamos a bajar los brazos. La Seguridad Social es del pueblo uruguayo y la vamos a defender”.
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