Los medios del interior /
Resiliencia, identidad y futuro en la era digital
En la sala de streaming de Diario La Prensa, el periodismo del interior tuvo su voz. Alejandro Olmedo, presidente de la Organización de la Prensa del Interior (OPI), y Adrián Rovelli, su secretario, compartieron una conversación sobre la realidad de los medios fuera de Montevideo. Repasaron los desafíos, aprendizajes y esperanzas de un oficio que, aunque cambie de formato, sigue sosteniendo el pulso de las comunidades.
El despertar de la pandemia, adaptación y nuevos horizontes
Olmedo recordó que la pandemia fue un punto de inflexión, “Los medios nuestros estaban un poco conformes con el día a día. Cuando vino la pandemia, nos despertamos y salimos a buscar nuevos horizontes”. Esa crisis sanitaria, que paralizó al mundo, también impulsó la digitalización en redacciones pequeñas, muchas de las cuales dieron sus primeros pasos en portales web o incluso en transmisiones en vivo por streaming.
Esa transformación, sin embargo, no fue solo tecnológica. Supuso un cambio de mentalidad: entender que la supervivencia del periodismo del interior depende de su capacidad para reinventarse sin perder su esencia local. Como resumió Olmedo, “nos hemos ido aggiornando con nuevos desafíos que complementan el día a día para superarnos”.
Economías fronterizas y el valor del suscriptor
Desde su diario en Melo, Olmedo describió una realidad particular: la de los departamentos fronterizos, donde la economía y con ella el periodismo se ve marcada por la informalidad del contrabando y la dependencia del campo. “Mucha gente vive de eso, y eso no escapa de la realidad económica del departamento”, señaló.
En ese contexto, los medios se sostienen en gran medida gracias a la fidelidad de sus suscriptores. “La venta es poquísima. Lo que se trabaja es sobre la base de suscriptores”, explicó Olmedo. Esa red de lectores comprometidos se convierte, entonces, en el corazón del modelo de sostenibilidad de los diarios del interior, donde la impresión masiva rara vez resulta rentable.
Una frontera que enseña, modelos que inspiran
El periodista salteño observó una diferencia clara entre el norte y el sur del país: “Del Río Negro al norte es un país, del Río Negro al sur es otro”. Olmedo coincidió, y puso un ejemplo que invita a reflexionar: “Por la frontera de Aceguá en Brasil, los diarios se regalan. Vas a una estación de servicio y el diario está allí hasta agotar”.
Esa práctica, aparentemente impensable para la lógica uruguaya, podría marcar una tendencia futura: medios sostenidos no solo por ventas, sino por estrategias mixtas que prioricen la circulación de información sobre la ganancia inmediata.
El oficio que no descansa
El diálogo también dejó espacio para el reconocimiento de la entrega diaria que exige el oficio. “El diario es la tumba de los ‘porque’. La gente dice que es fácil, pero vení a escribir todos los días”, Olmedo asintió: “Eso lo hacés todos los días, no hay feriado”.
El trabajo periodístico, especialmente en medios pequeños, combina pasión, sacrificio y resistencia. “Después tenés que aceptar que hay gente que le gusta y gente que no”, recordó Olmedo, con la serenidad del que ya aprendió a convivir con las críticas.
Identidad local: el alma del periodismo del interior
Para Rovelli, el gran valor de los medios del interior radica en su vínculo con la comunidad. “Nosotros transmitimos la realidad local como no la transmite nadie”, afirmó. Ningún portal de Montevideo puede replicar esa cercanía con la gente, esa comprensión profunda de la vida cotidiana, las costumbres y los conflictos de cada localidad.
“El medio local es el que genera la noticia, la redacta y la transmite. Después, las herramientas cambian puede ser papel, streaming, redes o radio, pero la esencia sigue siendo la misma”, enfatizó el secretario de OPI.
¿Morirá el papel? Un debate eterno
Los tres coincidieron en que la tecnología avanza, pero el papel aún tiene futuro. “Yo me voy contra la corriente cuando dicen que el papel va a morir. No va a morir. Siempre va a haber un sector que le gusta leer”. Rovelli agregó que el camino es la complementariedad, “Estas alternativas de comunicación son parte de ese cambio”.
En tiempos donde lo digital parece arrasar con todo, el papel resiste como símbolo de identidad y permanencia. No se trata de nostalgia, sino de diversidad de formatos para distintos públicos.
Esperanza, trabajar y consumir lo local
Olmedo dejó un mensaje, “Consumamos el producto local. La ciudadanía se tiene que enterar de lo que pasa en su comunidad y acompañar a sus medios. Es la única manera de salir adelante: trabajando”.
Ambos dirigentes de OPI destacaron la importancia de mantener la unión entre los medios del interior, seguir profesionalizándose y valorar el esfuerzo colectivo. En un país donde los grandes centros suelen acaparar la atención, la prensa del interior sigue siendo la voz que cuenta la historia de los pueblos.
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