
Una voz colectiva por quienes no la tienen /
Marcha contra el maltrato animal
Salto se moviliza tras el brutal asesinato de Rex, un perro apuñalado en plena ciudad. Activistas exigen que se aplique la ley y se tomen medidas reales contra la violencia hacia los animales.
Un llamado urgente desde Plaza Artigas
El próximo sábado 24, a las 18:00 la Plaza Artigas de Salto será el punto de encuentro para una marcha pacífica que busca visibilizar una problemática cada vez más alarmante: el maltrato animal. La convocatoria está liderada por dos conocidas activistas locales, Natalia Pigurina y Lucrecia Giménez, quienes desde hace años trabajan en la protección y rescate de animales en situación de vulnerabilidad. "Convocamos a todos los que quieran venir, incluso con sus animales —siempre que estén bien cuidados— para alzar la voz por quienes no la tienen", expresó Lucrecia durante una entrevista con el diario La Prensa.
Rex: el caso que desató la indignación
La gota que colmó el vaso fue el asesinato de Rex, un perro callejero muy querido por la comunidad, que fue apuñalado siete veces. “Fue un asesinato a sangre fría”, denunció Natalia. El agresor, identificado y denunciado, es —según afirman— un docente con antecedentes de comportamiento violento. “Esperamos que la justicia actúe”, señalaron las activistas. Lo más grave, según explican, es que no se trata de un hecho aislado. “Este tipo de violencia hacia los animales está vinculada muchas veces con la violencia doméstica. Muchas de las personas que maltratan animales también tienen antecedentes por violencia hacia humanos”, remarcó Natalia.
Leyes que existen pero no se aplican
Uruguay cuenta con una ley vigente, la Ley 18.471, que establece sanciones por maltrato animal. Sin embargo, las activistas aseguran que su aplicación es deficiente. “El INBA (Instituto Nacional de Bienestar Animal) está ausente. Las denuncias llevan tiempo, hay que mandar fotos por email, esperar respuestas. Y en muchos casos, los animales no pueden esperar”, denunció Natalia. Además, aunque la ley prevé sanciones, no se llega a una penalización real. “Sabemos que las cárceles están saturadas, pero al menos que haya sanciones claras y efectivas, y presencia estatal en los casos urgentes”, agregó.
El color naranja: símbolo contra la violencia
Quienes asistan a la marcha están invitados a vestir algo naranja, el color símbolo contra la violencia. “Puede ser un pañuelo, un buzo, un cartel. Lo importante es dar un mensaje claro”, señalaron. También se anima a las familias a llevar a sus hijos: “Queremos que los niños participen. La empatía se enseña desde pequeños. Si aprenden a respetar a los animales, respetarán también a las personas”.
Una vida dedicada al rescate
Tanto Natalia como Lucrecia tienen historias personales profundas que las conectan con esta causa. Lucrecia contó que su lucha comenzó cuando tenía 11 años y perdió a su perra tras un robo. “Nunca la recuperé. Desde ahí empezó todo”.
Por su parte, Natalia relata que desde niña rescataba animales de la calle. “Llegaban a casa perros flacos, lastimados, y yo los cuidaba. Más adelante, empecé a colaborar con festivales benéficos, juntar donaciones, ofrecer mi casa como hogar transitorio y trabajar con grupos como Mascotas Salto y Rescatitas”.
Ambas coinciden en que la tarea no es fácil. “Hay perreras ilegales, abandono masivo y falta de controles. Y también falta apoyo económico. Los veterinarios, por ejemplo, no hacen descuentos por tratar animales callejeros. Todo lo financiamos entre nosotras y con la ayuda de la gente”.
Redes de solidaridad
Las organizaciones mencionadas —como Mascotas Salto, Prodea y Unidos Peluditos de Salto— juegan un papel clave en la protección animal en el departamento. Sin embargo, los recursos son escasos. “Muchas de nosotras tenemos 20, 30 perros en nuestras casas. Somos hogares transitorios, pero nos terminan dejando animales en la puerta porque saben que los vamos a cuidar”, explicó Natalia. Además del cuidado y rehabilitación, se encargan de encontrar adoptantes. “Hacemos seguimiento, vemos el lugar, las condiciones, si hay veterinario. Es un proceso serio”, explicó Lucrecia.
Casos que duelen, historias que inspiran
La entrevista también expuso otros casos desgarradores. Como el de Mincho, un perro que fue quemado con agua hirviendo y apuñalado por un empleado público. O el de un gato con dueño que fue baleado con un chumbo por un vecino. “Tuvo el pulmón perforado. Tuvimos que dormirlo”, dijeron con tristeza. Pero entre tanta oscuridad, también hay luces. Lucrecia compartió una historia emotiva: el rescate de Luna, una galga cruzada que adoptó tras salvarla con sus 10 cachorros. “Mi mamá había fallecido hacía un mes. Luna llegó justo a tiempo. Me sanó. Hoy es el amor de mi vida”.
Una marcha que es solo el comienzo
La marcha de este sábado será el punto de partida para muchas más acciones. “Queremos organizar campañas de adopción, eventos para recolectar medicamentos y comida, y sumar socios. La idea es crecer como grupo y lograr cambios reales. Los animales nos necesitan”. El acto finalizará en Plaza 33 con palabras de referentes del movimiento, entre ellas Ana Quintan de Prodea.
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