En el año 2024, los vecinos del barrio Caballero demostraron que la unión hace la fuerza. Preocupados por la posible pérdida de un espacio tradicionalmente usado como plaza, decidieron convocar a Diario La Prensa para defender lo que consideraban suyo: un lugar verde y de recreación para los niños, jóvenes y familias del barrio.

Todo comenzó cuando los vecinos notaron que algunas personas estaban marcando el terreno con intención de construir viviendas. Sorprendidos y molestos, nos informaron que la directora Nely Rodríguez había autorizado la construcción. Esta situación despertó la indignación colectiva y motivó a los vecinos a organizarse rápidamente. “Este lugar siempre fue nuestra placita”, nos decían con firmeza.

Presupuesto participativo

Pero no solo eso: los vecinos contaban con un proyecto aprobado en el presupuesto participativo. Habían ganado fondos para construir una plaza con juegos saludables para los más chicos del barrio, y no estaban dispuestos a perder ese logro. Durante varias semanas se realizaron reuniones en el lugar, siempre con la presencia de vecinos comprometidos, y en muchas ocasiones acompañados por este medio, que dio cobertura al proceso.

Finalmente, la lucha vecinal dio frutos

La semana pasada, el director de Servicios Públicos, Mario Furtado, inauguró la nueva placita del barrio. El espacio fue equipado con juegos infantiles, se mejoró el parquizado y se mantuvo el carácter recreativo del lugar. El dinero provenía justamente del presupuesto participativo que los propios vecinos habían ganado con su proyecto, el más votado en su categoría.Durante el acto de inauguración, Furtado expresó: “Se instalaron juegos en el espacio de los vecinos, quienes habían presentado un proyecto en el presupuesto participativo y ganaron. Fue el más votado, es por eso que había un dinero de los vecinos y ejecutamos la obra”.

Símbolo de lucha

Los vecinos, felices y agradecidos, expresaron su emoción a través de las redes sociales y valoraron el trabajo de Furtado y su equipo. Hoy, la plaza es una realidad y un símbolo de lucha vecinal.

Las ideas pasadas de construir viviendas en ese espacio quedaron atrás. El barrio Caballero tiene ahora un lugar renovado para disfrutar en familia. Lo que comenzó como una protesta, terminó en una celebración: el derecho a un espacio verde fue respetado y defendido con éxito.