El juez de concurso Leonardo Méndez, a cargo del caso de Conexión Ganadera, decretó el concurso necesario de Daniela Cabral, por su rol como firmante de todos los contratos de la sociedad civil Don Coraje, la estancia que su esposo, el fallecido Gustavo Basso, le arrendaba a Conexión Ganadera para que ésta colocara ganado. Según la resolución, Cabral actuó dentro del grupo económico liderado por Basso y Pablo Carrasco, cumpliendo “un rol relevante” en la operativa de la firma. Del texto también surge que Don Coraje, ubicada en el paraje Goñi, en Florida, no tenía razón social ni RUT.

Rechazo de recurso de la familia Basso

El magistrado también rechazó el recurso de la viuda e hijas de Basso contra el concurso de la herencia del empresario, al entender que la aceptación bajo beneficio de inventario basta para iniciar el proceso. Señaló que la herencia no cuenta con recursos para afrontar las deudas asumidas en vida por Basso y que el concurso permitirá separar el patrimonio del causante del de sus herederas. El fallo surge a partir del reclamo de una inversora con un crédito de 30 mil dólares, cuyos contratos de inversión fueron firmados por Cabral en representación de Don Coraje desde 2011. El juez consideró probado que ejercía actividad empresarial y recordó que ya fueron declarados los concursos de Don Coraje, Etranil S.A. y Del Terruño SRL. La Justicia mantiene además un embargo por 250 millones de dólares sobre los directores de Conexión Ganadera, sus cónyuges y las hijas de Basso.