Después de cuatro semanas de trabajo, el Senado completó el viernes la votación del proyecto de Presupuesto Nacional, donde introdujo varias reasignaciones, con foco en Educación. El texto ahora vuelve a la Cámara de Representantes, donde se votará el 8 de diciembre por Sí o por No, sin posibilidad de incluir cambios. Si los diputados lo ratifican, el Presupuesto quedará aprobado por el Parlamento y pasará al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Las lecturas políticas 

Desde el Frente Amplio, el senador Eduardo Brenta afirmó que el presupuesto salió “mejor que el que ingresó”. En cambio, la nacionalista Graciela Bianchi sostuvo que la iniciativa carece de “plan” y que mantiene una fuerte “continuidad” con el gobierno anterior. También hubo reparos en filas coloradas. Robert Silva cuestionó la ausencia de evaluaciones de impacto y habló de un presupuesto con “saldo negativo”. Otros, como Pedro Bordaberry, resaltaron puntos positivos: el futuro aeropuerto de Rocha, más fiscalías y el endurecimiento de la regla fiscal.

Además, todos los partidos señalaron “debes”: no hubo acuerdo para modificar el secreto bancario y quedaron pendientes asuntos como el sistema carcelario, más recursos para la educación terciaria, el Poder Judicial y áreas como seguridad y turismo. La oposición criticó la creación de nuevas agencias y eventuales recortes en educación, mientras que el oficialismo confía en corregir estos puntos en próximas rendiciones de cuentas.