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Con el título “La poesía sirve para entender la cotidianidad" y estas palabras como presentación: “Entrevista con una de las voces más valiosas de la literatura contemporánea en América Latina”, el periodista Albeiro Arciniegas acaba de publicar en Página 10 / Colombia un extenso reportaje al escritor uruguayo Rafael Courtoisie. Poeta, narrador, ensayista, Courtoisie (Montevideo, 1958) es miembro de la Academia Nacional de Letras y ha estado fuertemente vinculado a Salto cuando, por ejemplo, trabajó algunas obras en conjunto (poesía-pintura) con la artista plástica Elsa Trolio. Aquí un fragmento de esta entrevista, que no tiene desperdicio:

-Maestro, ¿cómo se define como poeta y escritor?

Bueno, siempre es una pregunta clave que hay que hacérsela todos los días. Me defino como un buscador, un buscador de verdad, un buscador de belleza a través de la palabra. Yo creo que más allá de la poesía o la narrativa o el ensayo y el estudio, uno lo que busca es expresarse en ese territorio común que es el idioma, que es el lenguaje, y a partir de ahí crear la posibilidad de entender la realidad del mundo y a los seres humanos.

-Usted ha sido profesor de literatura en universidades de su país y los Estados Unidos. ¿Qué experiencias positivas cosechó en la cátedra universitaria?

Es fundamental entender que la escritura o la creación, en cualquiera de sus posibilidades, es siempre un medio. Pero, en realidad, uno vive alrededor de la palabra y en mi cátedra hablo de literatura hispanoamericana, de estudios culturales y civilización, de este mundo tan heterodoxo que es el idioma español y, a veces, algunas otras lenguas. Lo que trato de hacer es que toda mi actividad esté en torno a la palabra que comunica. La cátedra universitaria la ejercí en el sistema académico de Estados Unidos, en algún momento también di clase en Europa y acá en América Latina (…)

-Hablemos de sus libros. Cuentista, poeta, novelista, ¿dónde se siente mejor o la literatura es única, pese a las vertientes de géneros que creamos en el imaginario y el estudio?

Bueno, siempre se habla de los géneros. La vedette, por decirlo de alguna manera, parece ser la narrativa y, en especial, la novela; pero esas son cuestiones de mercado porque los libros se compran, se venden y se leen. Entonces, la novela está en el centro de atención de la industria editorial. Pero yo creo que los géneros son simplemente taxonomías, divisiones para poder estudiar el fenómeno. En el fondo de toda creación literaria está la poesía y la poesía entendida como lo hacían los griegos: poiesis, esa creación a partir de la nada, a partir de la articulación del lenguaje. Cuando digo poiesis, quiero decir que toda obra narrativa tiene su núcleo en la poesía. Los géneros, por supuesto, sirven para entender las diferencias; pero en el centro siempre hay un núcleo poético. Gabriel García Márquez tituló su discurso de recepción del Nobel como homenaje a la poesía y ante ese gesto me parece que todos, cuando trabajamos en novela o en cuento, estamos haciendo un homenaje a esa creación primera que es la poesía.

-Su obra es muy prolífica. ¿Cuáles consideras sus títulos más destacados y que le han brindado mayores satisfacciones?

Me he sentido siempre muy cómodo en la novela y en la poesía. El cuento es un género superior porque es un género que reúne la esencialidad de cada palabra y, a su vez, todo ese vértigo que es narrar un acontecimiento. Hace poco se reeditó una novela mía que se llama Caras Extrañas, la cual evoca un suceso muy trágico que ocurrió en Uruguay hace más de 50 años, medio siglo ya, que es la toma de una ciudad cercana a Montevideo por un grupo guerrillero. La novela se reeditó con palabras de presentación de Gioconda Belli, una gran amiga, una escritora de referencia. Y hace también no mucho una novela que se llama El libro de la desobediencia. En los últimos tiempos, de poesía he publicado prácticamente un libro por año con presentaciones en España y algunos países de Latinoamérica. Un libro que me dio grandes satisfacciones en poesía tiene un título singular: Manual de poesía para resolver problemas domésticos. Lo editó alguien que tiene un editorial que se llama Animal sospechoso, en Barcelona. Es un editor colombiano, Juan Pablo Roa, que hace muchos años está en Europa y que tiene esa singular editorial. ¿Y por qué menciono el Manual de poesía para resolver problemas domésticos? Porque muchas veces uno cree que la poesía es algo separado de la vida. Y la poesía sirve para entender la cotidianidad, desde cómo fijar un clavo en la pared, o cómo reparar una grieta en un muro, o qué hacer ante los caracoles que se comen las flores en los jardines. El libro se presentó en Madrid, Barcelona y otras diez ciudades españolas; es un libro que quise mencionar porque quiero mucho. Otro de mis libros, Antología inventada, fue traducido al inglés, al francés, al italiano, y está por aparecer la traducción al griego. Son poemas atribuidos a otros autores, aunque, en realidad, los escribí yo. Aparecen Rubén Darío, Jean-Paul Sartre. Un poema inédito de Donald Trump. Bueno, quiere decir con ello que en la poesía también hay lugar para el humor y para cierto tipo de juegos que tratan de celebrar la vida en medio de tanta adversidad.

-Premios y reconocimientos del Maestro Rafael Courtoisie.

He tenido suerte. Sí, los premios siempre implican algo de suerte; pero también de voluntad para recorrer un camino. Y ese camino nada tiene que ver con el éxito o la supuesta gloria. Es un camino para llegar al corazón de los lectores. Se me otorgó el premio de la Fundación Loewe, en España, con un jurado que fue presidido por Octavio Paz, el premio Nobel mexicano. Tuve oportunidad a partir de eso de conocerlo y tratarlo. Fue un premio que me abrió muchas puertas. Después obtuve el premio Casa América de Poesía Americana en México con un jurado precedido por Juan Gelman, el cual después fue muy amigo y para mí un maestro. El premio Plural de Poesía. El premio Jaime Sabines también en México. El premio Blas de Otero en España (no refiere el Premio de Poesía José Lezama Lima que le fue otorgado por la Casa de las Américas en Cuba por su libro Tiranos temblad en el año 2013). Aunque se equivocan los narradores o poetas que consideran que los premios son la meta. Ya dije: Son parte del camino para llegar al lector. Por supuesto, hay otros caminos. Como también hay grandes poetas que admiro y que nunca lograron ningún premio y, sin embargo, calan muy profundo.

-Ese consejo que se suele dar a los jóvenes para que lean, para que escriban en palabras de Rafael Courtoisie.

Yo a los jóvenes les digo crean en ustedes, crean en el corazón, en la inteligencia espiritual y emocional más que en la artificial. No me niego para nada a cualquier algoritmo. Lo que digo es que cuidado con aquello que nos convierte en inhumanos. La palabra es esencialmente humana. Usemos todos los instrumentos a nuestro alcance, pero cuidemos el corazón humano, la sensibilidad, el sentimiento.

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