
Las Bienales (Por Washington Casal Lafón - Del libro “Salto en mi carpeta”, de Leonardo Garet)
"En enero de 1970, acompañé a María Celia Irigoyen y Sara Castillo, entonces Presidente y secretaria de Cámara junior de Salto, fundada en 1962, a visitar a la arquitecta María Mercedes Martin. Por nombre y por tantas cosas, el solo caminar la calle Caracé entre Rambla y Leyenda Patria, significa algo así como peregrinar a la cuna donde nacieron los salones de Primavera. Yo conocía a María Mercedes desde hacía tiempo, por su condición de profesora del IPA, por su actividad plástica, por otras amistades comunes, y consideré que era la mejor asesora que podíamos encontrar para nuestro proyecto de organizar un programa de la Cámara en Salto, exponiendo la mejor plástica nacional. Se lo dijimos a nuestra anfitriona y nos respondió: "Pero en Salto, "la docta", no alcanza con una muestra, ¡hay que hacer un salón!". Y de esa expresión nacieron los Salones de Primavera y luego siguieron las Bienales. Se decidió que el nivel debía ser el mejor y por ello se resolvió hacer el salón por invitación, que se cursó a los artistas que habían obtenido premios en los salones nacionales y municipales de los últimos diez años. La organización ya contaba entonces con la activa labor del doctor Hugo Rosete y Héctor Irazusta. Buscábamos el lugar físico y lo encontramos en el Gran Hotel Salto, cuyo salón de fiestas fue acondicionado por un proyecto de la arquitecta Martin, dividiéndolo en tres naves, de manera de sortear el inconveniente de las columnas espejadas (…)
El Salón tuvo desde el primer momento el apoyo municipal, sin cuyo aporte no se hubiera podido hacer; también desde el inicio se establecieron dos coordenadas: las obras premiadas debían quedar como patrimonio del museo y se aspiraba que de seguirse con los mismos, llegaran a ser internacionales.
Lo que creímos un programa transitorio se convirtió en una costumbre y aquí llegamos con estos 25 años y esta Bienal. El acervo del Museo se ha enriquecido y actualizado con obras mayores y Salto ha tenido así una constante incorporación de obras de alto valor plástico y de cotización (...)
En el año 2000 la Bienal convocó a 590 artistas plásticos que presentaron un total de 1141 obras. Fue una apoteosis que no hacía presumir una cercana interrupción. Sobrevino un paréntesis que parecía sin final porque hubo que esperar hasta el 2011 para que se convocara a la IX Bienal. Esta fue posible porque el proyecto presentado por APLAS (Asociación de Plásticos de Salto), organizadores de Bienales anteriores y la Intendencia, a los Fondos de Incentivo Cultural había sido seleccionado y con esos recursos pudo retornarse con renovados bríos.
En el 2013 se organizó la Bienal a la que se presentaron 380 artistas, con cerca de 700 obras, de las cuales fueron aceptadas 60 por el jurado integrado por Marcela Römer, Ángel Kalemberg y Ricardo Boglione. La novedad fue la apertura de las bases habilitando la participación de expresiones no tradicionales en estos certámenes. Así fue que la obra a la que se adjudicó "El Gran Premio "El Azahar" fue un video monocanal. El autor era Pablo Uribe y se titulaba "Luna con Dormilones". También hubo dos "Menciones" a videos de Ana Campanella y Liliana Elsa Farber y el premio "Fundación Unión" fue para una performance, de Cecilia Vignolo. Desde entonces y a pesar del reconocido éxito otras pasaron a ser las prioridades. Desde entonces "Salones" y "Bienales", acontecimientos que ubicaban a Salto en lo más alto del reconocimiento a las artes plásticas a nivel nacional, han quedado en suspenso. ¿Sólo en suspenso?...”.