
Y Salto en el centro: 16 de junio, doble cumpleaños de la poesía uruguaya
En la agenda cultural de nuestro país, el 16 de junio debería haberse convertido ya desde hace mucho tiempo en una especie de “día feriado simbólico” para las letras: justo esa fecha, pero en años distintos, nacieron en Salto dos voces que ampliaron los límites de la imaginación rioplatense y más allá también. Marosa di Giorgio nació el 16 de junio de un año que no importa, y antes, el 16 de junio e 1921 había nacido Víctor Lima. Esa coincidencia debería convertir este lunes a Salto como epicentro de lecturas, guitarras y redescubrimientos. Pero... En fin.
Criada entre quintas de naranjos y leyendas familiares, Marosa di Giorgio hizo de la naturaleza un teatro poblado de insectos eróticos, santos de barrio y huertos en llamas. Su prosa poética -reunida en Los papeles salvajes- deslumbró a críticos que la calificaron de “única e inclasificable” y fue traducida a varios idiomas.
Si Marosa hizo estallar las convenciones del verso, Víctor Lima las volvió canción. Autor de Canto del Salto Oriental y de milongas grabadas por Los Olimareños, Lima retrató ríos, lavanderas y gentes del litoral con un lirismo sencillo que hoy sigue cantando el público.
Reunir en un mismo altar la audacia surreal de Marosa y el pulso popular de Lima recuerda la variedad -y la potencia- de la literatura uruguaya.