Anotaciones Callejeras
No hay dudas que cada época del año tiene sus particularidades. Cada estación destaca o realza cosas buenas, y a la vez pone de manifiesto debilidades que tenemos como sociedad. Viene al caso lo anterior, porque en estos días de mucho frío, sobre todo en las primeras horas de la mañana, realmente causa pena ver a tanta gente haciendo fila en plena calle, a la intemperie. Personas incluso que se nota superan los 70 u 80 años, lamentable. Esto se ve en más de un lugar, pero principalmente donde se busca acceder a un medicamento o a una orden para consulta médica. Por supuesto estamos hablando tanto del Hospital como del Centro Médico, de lo público y de lo privado. A veces uno se pone a pensar cómo y por qué, siendo un país tan chico, nos cuesta tanto organizarnos en algunas cuestiones, como la salud…Pero bueno, parece que es realmente complicado sí, porque de lo contrario ya se habría solucionado todo: la escasez de especialistas, la falta de algunos medicamentos, etc.
Hay temas que, por más reiterativos que parezcan, no dejan de ser reales y preocupantes. Nos referimos, por ejemplo, a la cartelería política, que todavía en muchos puntos de la ciudad sigue tan bien colocada como en plena campaña electoral. Se podrá decir que todavía es muy pronto para que esté retirada en su totalidad, porque en definitiva aún no pasó ni un mes de las elecciones. Bien, pero el problema, es que hay carteles que ya van a cumplir un año: son de las elecciones internas de junio del año pasado. Por eso es que hay más gente preocupada, porque con mucha razón piensa: si aquellos todavía no se sacaron, ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para que se saquen los más recientes?
¿Usted se acuerda del Libro Móvil? Era un ómnibus de color azul, de la Intendencia de Salto, adaptado en su interior con muchos estantes y libros: una verdadera biblioteca rodante. Recorría barrios y pueblos ofreciendo ese servicio, el de biblioteca. Ya no funciona. Una persona nos planteaba el lunes (cuando mucho se hablaba del Día del Libro) que sería bueno reactivarlo. Pero quizás la cuestión sea: ¿daría resultado si se lo reactivara? ¿Despertaría interés? ¿Tendría usuarios?
El nomenclátor de Salto sigue dando que hablar. Se siguen sumando propuestas de nuevos nombres para calles. Algo que debería tenerse en cuenta cuando se cambia un nombre, es que reamente se comience a utilizar el nombre nuevo. Algo que parece una obviedad, no lo es. Ocurre con frecuencia, que en comunicados oficiales, partes policiales y demás, se sigue utilizando denominaciones viejas. Así, es muy difícil acostumbrar la población a los cambios. Sería bueno un mayor esfuerzo para mantenernos actualizados.
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