Anotaciones Callejeras
Dio mucho que hablar en la nochecita del sábado, el episodio en la Zona Este, en el que una adolescente fue herida en la cabeza durante una pelea entre varios jóvenes. Más allá de los clásicos comentarios de asombro y preocupación (que dicen cosas tales como "¡adónde iremos a parar!", "¡qué barbaridad las cosas que están pasando!", “¡qué impresionante como están los jóvenes hoy!”, etc.), resurgió en el comentario popular la preocupación por esa zona en particular. Desde este vespertino, en innumerables oportunidades en estos últimos meses, hemos denunciado este tipo de hechos en ese entorno (lo del sábado fue en Avda. Batlle y Santa Rosa), así como rapiñas a menores, robos y demás desmanes. ¿Qué se podrá hacer?
Hablemos de cosas más agradables. Gran movimiento hubo ayer en la zona del puerto. Se realizaron una vez más las Llamadas de Invierno con gran éxito. Hacen el mismo recorrido de las Llamadas al Puerto en Carnaval (Uruguay, Chiazzaro, Brasil hasta explanada portuaria), pero en esta época del año. Todo indica que se debe continuar esa tradición. Porque, además, en cada barrio, durante todo el año y no solo en el verano transitan por las calles comparsas y grupos similares. Los ensayos no se detienen nunca.
Pero como todo, o como ocurre siempre con todas las cosas, hay defensores y detractores. La polémica nunca falta y las opiniones son variadas. Hay quienes se entusiasman con que haya gente que se dedique a estas cosas, con que tantos jóvenes tengan este entretenimiento todo el año; pero también están los que se quejan. Digamos a modo de ejemplo, que una señora del barrio Cien Manzanas, hace unos días se comunicaba con nuestra Redacción y decía: "entiendo que es ruido molesto este desfile todos los domingos de noche, no me dejan descansar con esos tambores; no me gusta el carnaval y tengo todo el derecho del mundo a que no me guste y a descansar sin ese ruido en mi casa". En fin... Todo depende del lugar que se lo mire, y de los gustos de cada uno por supuesto.
Muy interesante es el razonamiento que hacía la semana pasada, una persona en un programa radial de nuestro medio. Hablaba de "la importancia de hablar bien y más los comunicadores sociales". Decía que "no hay que hablar lindo, eso no es necesario, pero hay que hablar bien, eso es imprecindible". Puntualmente se refería a la forma en que mucha gente nombra los años. "No estamos en el año Veinte-veinticinco, estamos en el Dos mil veinticinco... La pandemia no llegó en el año Veinte-veinte, ese año no existe, lo que existe es el Dos mil veinte", razonable. Y tiene razón; muy interesante planteo.
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