Está bien arreglado y quedó mejor aún el empedrado de la calle Cervantes a la altura del siete, entre Sarandí y Larrañaga.

Si miramos en perspectiva es pleno centro de Salto. Es una calle que ameritó un tiempo prolongado de arreglos hace un par de años, sobre todo por las boca tormentas de abajo, de la zona del cruce con Sarandí pues la bajada es importante y el agua que viene del Este baja a gran velocidad y no tiene nada que la absorba, por ejemplo vereda de pasto o sitios baldíos. Eso tiene el avance de la ciudad que comienzan a desaparecer las barreras naturales entonces el hombre tiene que hacerse cargo con un costo importante que hay que valorar en su justa medida.

Llama la atención lo desprovistos de prudencia que pasan muchos conductores por la esquina de Treinta y Tres y José Pedro Varela. Si bien lo que vienen de la calle que recuerda al reformador de la escuela uruguaya tienen preferencia, no está demás tener un poco de cuidado. Pero pasan como bólidos y los de Treinta y Tres, que muchas veces "olvidan" que no tienen preferencia, juegan con el finito que a veces termina en un siniestro evitable.

A la larga, parece mentira, habría que poner un resalto a los que van al norte para que respeten la preferencia. Eso sí, lo que vienen de la zona del Hospital no tiene por qué acelerar, la preferencia no es una carta blanca para darle de punta al acelerador, pues también hay peatones, muchos, en esa zona, que merecen respeto a la hora de cruzar la calle.

Sobre el final del período anterior funcionarios de la Dirección General de Obras de la Intendencia de Salto se abocaron a hacer un camino de un metro de ancho aproximadamente en calle Grito de Asencio desde Apolón de Mirbeck hasta la cancha de Hindú, o sea por el costado de la vivienda de Covimus y frente al Barrios Dos Naciones. Aunque parezca nimio fue un trabajo importante pues por allí va mucha gente a la cancha de referencia, jugadores, entrenadores, padres a ver jugar sus hijos pequeños y como era todo pasto caminaban por la calle donde además pasa la línea uno del ómnibus municipal. Son esas cosas pequeñas que a veces no resaltan pero son clave.

Por ejemplo, hace unos años se hizo un camino similar en la vereda de la zona de la vía que acompaña a la Avenida Barbieri conectando Primero de Mayo y la esquina del Salto Shopping y Terminal permitiendo que la gente que anda por allí, que son miles, lo hago por un camino seguro. Y se sacó el empedrado de esa zona que empozaba agua y salpicaba a la gente los días de lluvia. Todo bien, lo de ahora y aquello.