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En el marco del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se conmemora cada segundo sábado de octubre, la doctora Adriana Acerbis y la licenciada en enfermería María Celia Cayetano estuvieron en el Streaming de Diario La Prensa y contaron la labor del equipo de Cuidados Paliativos del Centro Médico, que este año cumple 15 años de trayectoria. Lejos de asociarse únicamente a la muerte, los cuidados paliativos son como ambas profesionales destacan una atención integral orientada a aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

“Empezamos hace 15 años con diez pacientes, tres médicos y yo. Hoy tenemos un promedio de 130 pacientes y un equipo interdisciplinario consolidado”, relató Cayetano. Actualmente, la unidad cuenta con seis médicos, cuatro auxiliares de enfermería, dos psicólogas y una asistente social, además de la coordinación de la doctora Acerbis. El crecimiento refleja no solo una mayor demanda, sino también una mayor conciencia social sobre la importancia de este tipo de atención.

Un trabajo en equipo y centrado en la persona

La unidad de Cuidados Paliativos trabaja bajo una modalidad interdisciplinaria y multidimensional, que aborda las dimensiones física, psicológica, social y espiritual del paciente. “Desde el médico hasta el asistente social, todos trabajamos de manera horizontal. La atención es integral, porque el sufrimiento no es solo físico, también emocional y espiritual”.

El equipo ofrece tres modalidades de atención: domiciliaria, ambulatoria y en sanatorio. La atención domiciliaria es prioritaria, porque permite al paciente estar rodeado de su entorno familiar y cotidiano. Sin embargo, también brindan seguimiento en instituciones y en su policlínica, para aquellos que se encuentran estables y pueden desplazarse. En los últimos años, el servicio se ha ampliado con la incorporación de la telemedicina, que acerca la atención a pacientes que viven en zonas rurales.

“Preferimos que los pacientes estén en su casa, incluso los que viven en el campo. Ahora realizamos videollamadas semanales para acompañarlos y evitar traslados innecesarios”, explicó Cayetano, destacando el valor que la tecnología aporta al bienestar y la continuidad de los cuidados.

Romper los mitos, no es el final, es una nueva forma de vivir

Tanto la doctora Acerbis como la licenciada Cayetano coincidieron en que aún persisten mitos y temores en torno a los cuidados paliativos. “Muchas personas piensan que cuando los derivan a paliativos es porque ya no hay nada más que hacer. Pero no es así. Nosotros trabajamos por la vida, no por la muerte”, enfatizó Cayetano.

Históricamente, los cuidados paliativos se asociaban exclusivamente al final de la vida o a enfermedades oncológicas. Sin embargo, el enfoque actual abarca tanto a pacientes oncológicos como no oncológicos, incluyendo enfermedades crónicas o degenerativas en etapas avanzadas. El objetivo principal no es prolongar o acortar la vida, sino garantizar que cada día cuente con dignidad, alivio y acompañamiento.

“Nosotros no damos pronósticos de tiempo. Nadie puede hacerlo. Lo que sí podemos hacer es estar presentes, aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de cada persona”, subrayó la licenciada.

La doctora Acerbis añadió, “Así como hay un proceso para nacer, hay un proceso para morir. Nuestro trabajo es acompañar ese tránsito, aliviar los síntomas y ayudar a que sea lo más liviano posible, tanto para el paciente como para la familia”.

El valor del ingreso oportuno y la confianza

Uno de los grandes avances en estos 15 años ha sido la posibilidad de un ingreso más temprano de los pacientes a cuidados paliativos. En los primeros años, la mayoría llegaba en etapas muy avanzadas de su enfermedad. Hoy, gracias a la difusión y la sensibilización, cada vez más personas acceden al equipo de manera oportuna, lo que permite establecer vínculos sólidos y acompañar los procesos desde etapas más iniciales.

“El ingreso temprano permite construir confianza entre el paciente, la familia y el equipo. Así se pueden tomar decisiones informadas y acompañadas, sin urgencias ni miedos”, destacó Acerbis.

“Culturalmente, se le teme a la muerte, al dolor, al sufrimiento. Pero los cuidados paliativos nos enseñan que se puede vivir con calidad, incluso en la enfermedad”, reflexionó Cayetano.

15 años de humanidad, ciencia y empatía

El aniversario del servicio no solo celebra un recorrido institucional, sino también un compromiso humano profundo con la comunidad. En estos 15 años, el equipo ha acompañado a cientos de familias en momentos de vulnerabilidad, transformando el miedo en confianza y el dolor en cuidado. “Estar en paliativos no significa que no haya nada por hacer; significa que hay mucho por cuidar”. En un mundo donde la tecnología avanza y la medicina busca curar, los cuidados paliativos recuerdan una verdad esencial: cuidar también es curar.

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