El director en representación del sector empresarial del BPS estuvo en Salto y dejó fuertes declaraciones sobre el funcionamiento del organismo, la visión empresarial del Estado y el uso de los recursos públicos. Durante una visita al departamento de Salto como parte de su gira nacional, el director en representación del sector empresarial del Banco de Previsión Social (BPS), José Pereyra, ofreció una entrevista en La Prensa Streaming en donde abordó con franqueza y contundencia los desafíos y contradicciones del sistema de seguridad social uruguayo.

Pereyra, quien asumió el cargo hace tres años tras ser electo por el voto del sector empresarial, no escatimó en críticas hacia la gestión estatal, denunció ineficiencias en el uso de los recursos y defendió la necesidad de un enfoque empresarial más riguroso dentro del sistema.

Una visión crítica del Estado desde el BPS

Desde el inicio, Pereyra se mostró dispuesto a desafiar el statu quo. “Nosotros rompimos un poco ese eje”, señaló al referirse a su llegada al directorio, un cuerpo históricamente compuesto por representantes con muchos años de permanencia en el cargo. Su antecesora había estado 15 años, y su irrupción representó, en sus palabras, “una impronta distinta, bastante crítica del Estado”. En su diagnóstico, el BPS es parte de un aparato estatal sobredimensionado que interviene en áreas que exceden su propósito original. “El BPS da lentes, cumpleaños de 15, turismo social, vivienda... y muchas veces no lo hace bien”, cuestionó. Según él, este tipo de políticas contribuyen al déficit fiscal sin generar un impacto real en la mejora de vida de los ciudadanos más vulnerables.

“La riqueza no genera pobreza”

Uno de los puntos de la entrevista fue su visión sobre el rol del empresariado en la sociedad. En un contexto donde la narrativa política frecuentemente enfrenta al capital con la justicia social, Pereyra sostuvo: “La riqueza no genera pobreza. Solo genera riqueza. La redistribución mal entendida es lo que genera desigualdad”.

A su juicio, el sistema político uruguayo incurre en una doble moral. “Hay legisladores y políticos que están dentro del 1% de los más ricos del país, mientras hay jubilaciones de 11.000 pesos. ¿Esa es la redistribución de la riqueza?”, preguntó.

Conflictos dentro del directorio y una batalla perdida... que terminó en victoria

Pereyra compartió también detalles sobre un caso paradigmático en el directorio del BPS. Un empresario fue multado injustamente por un inspector, y aunque la representación empresarial defendió su causa, la votación en el directorio resultó 6 a 1 en su contra, con todos los demás directores votando en bloque. Sin embargo, el empresario no se rindió y presentó su caso ante el tribunal, que finalmente le dio la razón. “Ese empresario terminó generando un precedente positivo, aunque perdió tiempo y dinero. Lo hizo porque quería dejarle a su hijo no solo una empresa, sino un país mejor”.

La gira como forma de representación activa

Uno de los compromisos que Pereyra asumió al asumir su rol fue descentralizar la representación. Por eso, durante tres días a la semana recorre el interior del país, reuniéndose con empresarios, gremiales, y actores locales. “Detectamos que una vez que se vota, los representantes desaparecen. Nosotros queremos estar cerca, especialmente del interior que siempre está olvidado”, comentó. Durante su visita a Salto, participó en actividades junto al presidente de la República, visitó empresas del sector agrícola y se reunió con actores sociales. Incluso se hizo tiempo para atender casos fuera del ámbito estrictamente empresarial, como el de una familia con una hija con discapacidad que necesitaba atención del BPS. “La representación empresarial es en toda su expresión”.

¿Reformas estructurales o parches?

Consultado sobre la sostenibilidad del sistema previsional uruguayo, Pereyra fue tajante: “Todos los sistemas han sido salvados porque se han manejado mal”. Para él, ninguna de las reformas abordó las verdaderas causas del déficit. Denunció que el gasto estatal es desmedido, mal dirigido y que las decisiones se toman sin suficiente análisis técnico o sentido común. Criticó que el Estado uruguayo gaste millones en beneficios mal focalizados, mientras existen jubilaciones indignas. “Se otorgan lentes gratuitos a personas con altos ingresos, mientras hay jubilados que pasan hambre. Eso es una mala gestión de recursos, no un problema de plata”.

¿Seguridad social o espectáculo político?

Pereyra también se mostró escéptico respecto a los llamados “diálogos sociales” impulsados por distintos gobiernos. “Lo que se genera es el problema, luego se vende el libro, se llama al experto y se ofrece la solución. Es un ciclo eterno. Pero nunca se discuten los privilegios reales: jubilaciones de medio millón de pesos, exoneraciones ineficientes, cajas paralelas”.

En su visión, mientras el discurso oficial dice buscar la equidad, en la práctica se mantiene un sistema desigual que favorece a una élite político-burocrática. “No puede haber jubilaciones de 580.000 pesos y otras de 11.000. Eso no es solidaridad”, apuntó.

Una propuesta, previsibilidad y transparencia

En el cierre, Pereyra propuso una idea que, según él, podría marcar un antes y un después: previsibilidad desde el primer día de aporte. “Hoy en día nadie sabe cuándo ni con cuánto se va a jubilar. En países serios, eso se sabe desde el primer día que se empieza a aportar. Así se construye confianza en el sistema”, concluyó.

Un llamado a la transformación

La entrevista con José Pereyra revela una visión del sistema de seguridad social profundamente crítica, pero también estructurada y propositiva. Su postura no es simplemente opositora, sino que intenta traer una lógica empresarial a un Estado que, según él, ha perdido eficiencia, foco y sentido de responsabilidad.Con una mirada que combina pragmatismo y sensibilidad social, Pereyra desafía tanto al statu quo político como a los propios empresarios, alentándolos a involucrarse activamente en la construcción de un país más justo, pero también más eficiente y responsable.