
El Salón del Vino Fino de Salto /
Celebra su 18ª edición con un propósito solidario
Más de 700 asistentes, 20 bodegas y una causa noble, becas para jóvenes del interior
En una exquisita fusión de sabores, solidaridad y cultura, el Salón del Vino Fino de Salto anunció esta mañana en conferencia de prensa los detalles de su 18ª edición. Más que un evento enológico consolidado en la agenda anual del departamento, esta tradicional cita impulsa el futuro de decenas de jóvenes del interior del país a través de un valioso programa de becas estudiantiles.
Una experiencia que trasciende la copa
Organizado por el Rotary Club de Salto con el respaldo de patrocinadores, autoridades departamentales y empresas locales, el evento tendrá lugar el viernes 26 de septiembre en la Calandria Polo Club, un escenario ya tradicional para esta celebración. “Este salón ya es un clásico del departamento. Reúne a más de 700 personas provenientes de Argentina, Brasil y diferentes departamentos del país. Pero lo más importante es su espíritu solidario”, destacó uno de los organizadores en la conferencia de prensa.
Este año, más de 20 bodegas nacionales participarán del encuentro, incluyendo como novedad la reconocida Cavalli Wine, cuyos vinos, normalmente ausentes del mercado uruguayo, podrán ser degustados por el público. También estarán presentes bodegas del sur del país, como Compradía de la Sierra, con productos que aportan nuevos matices al universo vinícola nacional.
Becas que transforman vidas
Más allá de lo sensorial, el propósito del evento es eminentemente social, financiar becas económicas para estudiantes del interior del departamento de Salto, brindándoles la posibilidad de acceder a estudios terciarios en la ciudad capital.
“El año pasado, gracias a este evento, otorgamos 35 becas estudiantiles. Pero no son solo becas económicas: son apoyos integrales. Cada estudiante tiene un tutor rotario que lo acompaña, escucha y guía en este proceso de desarraigo familiar y adaptación a la vida urbana”, explicó el representante rotario.
Esta dimensión humana del proyecto fue también destacada por el intendente de Salto, Dr. Carlos Albisu, quien subrayó la importancia del acompañamiento emocional: “A veces no se trata solo de lo económico. Hay que ponerse en el lugar de ese estudiante del interior que llega solo a una ciudad nueva. El trabajo de apadrinamiento que hacen los rotarios es fundamental”.
Responsabilidad social en cada sorbo
El evento se sostiene gracias al compromiso de múltiples actores, desde empresas patrocinantes y colaboradoras hasta voluntarios anónimos que aportan su tiempo y esfuerzo. Las entradas, que tienen un costo de $1950 pesos uruguayos, pueden adquirirse en Royce Joyas o a través del número institucional 099 057 908.
Además, la organización ha establecido un acuerdo con Taxi Naranja, ofreciendo vouchers con tarifas preestablecidas para garantizar un traslado seguro desde y hacia el evento. “Queremos que quienes disfruten del vino puedan hacerlo con tranquilidad, sabiendo que hay una opción segura para volver a casa”, indicaron.
Desde hace más de una década, la CTM Salto Grande colabora activamente con el evento, financiando parte de las becas. Su vicepresidente, Nicolás Urrutia, recordó que este aporte no proviene de la institución como tal, sino del conjunto de la ciudadanía uruguaya, “Nosotros simplemente somos los gestores de un dinero público que retorna a quienes más lo necesitan”.
Un evento de interés turístico y cultural
La continuidad de 18 años ha convertido al Salón del Vino Fino en una referencia regional, tanto desde el punto de vista cultural como turístico. No en vano ha sido declarado de interés departamental y turístico por la Junta de Salto y por el Ministerio de Cultura.
“Este evento no solo dinamiza el sector vitivinícola y comercial, también posiciona a Salto como un polo de atracción en la agenda nacional. Con actividades como esta, apostamos a llenar los 365 días del año con propuestas que combinen cultura, turismo y desarrollo económico”, afirmó Albisu.
Los organizadores enfatizaron que cada gasto del evento se mide en función de su impacto en las becas: “Cada peso que se gasta es un pedazo menos de beca. Por eso apelamos a la responsabilidad social empresarial. No todo es ganar-ganar. A veces, el retorno más valioso es intangible, es ver a un chiquilín recibiendo su diploma, sabiendo que pudo llegar gracias a ese pequeño empujón que dimos entre todos”.
Con una mezcla perfecta de sabor, cultura y solidaridad, el Salón del Vino Fino promete una noche inolvidable. Pero más allá de las copas alzadas y los brindis compartidos, este evento nos recuerda que el verdadero valor está en hacer el bien y brindar oportunidades a quienes lo necesitan.
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