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Entre Blade Runner (1982) y Cassandra (2025). El pasado 26 de junio en la Escuela Superior Tecnológica de Administración y Servicios, 2° año de Bachillerato Figari, en la asignatura Taller de dibujo y pintura, a cargo del Prof. Álvaro Machado realizó una presentación artística que invita a reflexionar sobre la tecnología y su incidencia en la vida humana, como aspecto integral de la misma.

En ese sentido, Bachillerato Figari aborda de forma plástica la esencia de las dos producciones de cine mencionadas en este título, adaptándolas a nuestra realidad actual, signada por el predominio del mundo digital. Varias interrogantes surgen a la luz al respecto, entre ellas: ¿estamos siendo partícipes de una evolución o involución como humanos?, ¿el dominio es del ser humano o de la tecnología?, ¿por qué recurrimos constantemente a la IA si tenemos capacidad de pensar por nosotros mismos?, ¿somos dueños de nuestro destino?

Blade Runner de 1982

La muestra rememora conceptos clave como la individualidad y la autodeterminación en la película Blade Runner de 1982, así como también la revelación de los robots contra sus propios creadores en busca de libertad y autonomía. Filosóficamente se presenta a la tecnología como una dualidad, una herramienta beneficiosa y a la vez una peligrosa amenaza contra la sociedad. Se vislumbra así, la vicisitud de la existencia de los robots como creaciones semejantes a la vida humana y el urgente llamado de atención sobre los aspectos éticos de la tecnología.

Biológico y Algoritmico

Por lo tanto, la línea reflexiva trasciende los límites difusos entre humanos y máquinas, las fronteras entre lo biológico y lo algorítmico e invita a pensar en profundidad sobre la actual omnipresencia de la tecnología. Lo anterior nos conduce inexorablemente a preguntarnos acerca de las reales posibilidades de la capacidad del ser humano para tomar decisiones independientes o de si estamos determinados en nuestro destino por fuerzas externas que escapan a nuestro control.

Tecnología: entre la protección y el control

En el argumento de las dos obras mencionadas y retomado por la muestra artística de Figari, se problematiza sobre la idea de que la tecnología intensifica la tensión entre el límite de la protección y el comienzo del control, en el sentido de estar expuestos a la vigilancia de la IA y poniendo en riesgo la privacidad familiar. Se desarrolla en ese proceso de reversión de poder, una especie de “arquitectura de vigilancia”, o bien, un “panoptismo doméstico”, aludiendo a la teoría foucaltiana.

Modernidad líquida de Bauman

En el debate sobre la IA, bioética y transhumanismo, emerge la vinculación con el concepto de modernidad líquida del sociólogo Zigmund Bauman, donde las identidades ya no son sólidas ni estables, sino que se construyen, consumen y descartan. De hecho, las estructuras sólidas como la familia, en la Serie Cassandra se sustituyen por formas líquidas de afecto, basadas en la vigilancia y el control en lugar del diálogo, lo cual inhibe la capacidad de percibir que el verdadero peligro está precisamente en casa, donde los riesgos se tornan invisibles o normalizados. Tal como sucede en la modernidad líquida, la figura del sujeto se vuelve intangible, peligrosamente conectada a redes, pero fatalmente desconectada de lo esencialmente humano.

¿De donde provienen los peligros?

Nos recuerda el sociólogo Ulrich Beck, que vivimos en una realidad donde los peligros ya no provienen de la naturaleza, sino del propio desarrollo humano, el cual ha producido riesgos derivados de la biotecnología que el ser humano ya no puede controlar. Atendiendo a los aspectos mencionados, los estudiantes de Figari se han preguntado sobre las posibilidades futuras o no tan lejanas, de que los robots suplanten al docente en el aula y en esa hipótesis: ¿qué tal será la calidad de esa enseñanza?

Los robots del futuro...

Así también, si nos trasladamos al área de resolución de conflictos humanos, en la hipótesis de que un juez robot suplante al juez de carne hueso, con el fin de evitar la subjetividad en el razonamiento judicial y favorecer la imparcialidad en la toma de decisiones: ¿será igualmente justa la justicia impartida por el robot? Evidentemente, esta temática en lugar de arribar a certezas o respuestas definitivas, nos sumerge en nuevas interrogantes o respuestas que son provisorias o aproximadas. En definitiva, las tecnologías que fueron creadas para mejorar la vida humana, se convierten en nuevas fuentes de peligro, ansiedad y ausencia de compromiso ético.

 

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