En entrevista exclusiva con Diario La Prensa, el edil del Frente Amplio, Gabriel Sscabino, expresó fuertes críticas sobre la forma en que se están tomando decisiones clave para el departamento de Salto. En una charla extensa, abordó dos temas de alto impacto: la privatización del Hotel Municipal de Arapey y el proyecto de recategorización de 390 hectáreas de suelo rural a urbano.

Scabino fue el único edil del Frente Amplio que votó en contra de la propuesta para entregar el hotel Municipal de termas del Arapey  a manos privadas por 25 años. “Nunca nos opusimos a que se concesione, lo que cuestionamos fue la forma. Se votó apurado, sin estudios técnicos ni informes serios, y eso no es responsable”, aseguró.

"En tan solo 20 minutos..."

Según relató, la comisión que estudió el proyecto lo hizo en tan solo 20 minutos, sin invitar a técnicos, sin presentar balances del hotel y sin responder preguntas fundamentales, como si el parque termal puede garantizar el agua necesaria para el nuevo parque acuático. “Nadie nos respondió. Pedimos información a la Intendencia y ni siquiera nos mandaron los documentos que solicitamos. Así no se puede legislar”, denunció.

Pero la polémica no termina allí...

El edil también advirtió sobre un nuevo proyecto que se está tratando: la recategorización de 390 hectáreas de tierra, que implicaría aumentar en un 13% el área urbana de la ciudad. Esto, según Scabino, tiene consecuencias profundas y duraderas. “Esto no es como una concesión de 25 años. Si recategorizamos, es para siempre. Hay un elefante pasando por la ciudad y nadie lo quiere ver”, afirmó.
Scabino señaló que transformar tierra rural en urbana incrementa su valor de forma exponencial, y beneficia a propietarios privados, mientras que los costos recaen sobre los contribuyentes. “Es simple: o se reducen los servicios en los barrios actuales, o se aumentan los tributos para cubrir más territorio”, explicó.

"Esto no se puede decidir de un día para el otro”

Además, reveló que el documento sobre este tema tiene más de mil páginas y llegó a la comisión con muy poco tiempo para su estudio. “¿Cómo se va a votar algo así sin leer ni entender lo que implica? Necesitamos convocar a expertos, a la Intendencia, a quienes redactaron el proyecto, y a la academia. Esto no se puede decidir de un día para el otro”. Scabino también cuestionó las contradicciones dentro del propio Frente Amplio. Recordó que el programa de gobierno 2020–2025 se manifestó en contra de los barrios privados, y que incluso en 2022 se había aprobado por unanimidad un documento que planteaba otras formas de gestión para el hotel, sin privatizar todos los servicios.

“Acá hay intereses económicos fuertes"

Nadie quiere hacer un barrio privado dentro del área urbana ya existente. Siempre vienen a pedir recategorizaciones. Porque ese es el negocio: comprar tierra barata, conseguir que los ediles levanten la mano, y que aumente su valor automáticamente”, resumió. Para Scabino, legislar debe ser una tarea seria, responsable y con visión de largo plazo. “No estamos en contra de la inversión privada. Lo que no aceptamos es que los ciudadanos terminen pagando con sus impuestos negocios ajenos”, concluyó.