Una competencia desigual que golpea al comercio local

En Salto, las carnicerías tradicionales atraviesan un momento crítico. La creciente presencia de las grandes superficies comerciales ha generado una competencia desleal que pone en riesgo la continuidad de muchos pequeños y medianos comercios. Así lo expresó la medico veterinaria  Sabrina Alvez, representante de un grupo de carniceros del departamento, quien remarcó que la situación “es preocupante y requiere respuestas urgentes”. Actualmente, más de veinte carnicerías se han unido para enfrentar esta realidad, buscando unirse y defender su trabajo frente al avance de los grandes supermercados. “Queremos agruparnos para reducir costos, ofrecer mejores precios y seguir brindando calidad al vecino del barrio”, afirmó Alvez.

Precios imposibles y reglas que no son iguales

El principal reclamo de los carniceros es claro: las grandes superficies venden por debajo del costo real, mientras que los pequeños comerciantes deben pagar precios mayores a los proveedores. “Ellos pueden ofrecer precios más bajos porque su objetivo es atraer al cliente con ofertas en carne y que, de paso, compre otros productos. Nosotros no tenemos esa posibilidad”, explicó Alvez. Esta competencia desequilibrada genera confusión en los consumidores, que muchas veces piensan que las carnicerías del barrio son más caras, cuando en realidad la diferencia está en las condiciones comerciales. “No pedimos privilegios, pedimos igualdad”, enfatizó la representante.

Un golpe al empleo y a las familias trabajadoras

Detrás de cada carnicería tradicional hay familias, empleados y años de esfuerzo. “En una carnicería trabajan entre dos y diez personas. Son empleos formales, con aportes y seguridad social. No es solo el dueño, es toda una cadena de trabajo que se está viendo afectada”, advirtió Alvez. En los últimos meses, ya han cerrado carnicerías por la baja en las ventas. La situación se agravó tras la pandemia y con la pérdida de beneficios que antes ayudaban a los pequeños comerciantes a competir, como el descuento de la BROU Recompensa, que fue eliminado para las carnicerías tradicionales pero sigue vigente en los grandes supermercados. “Eso también nos dejó en desventaja. Queremos que se nos devuelva ese beneficio para que el consumidor pueda elegir entre comprar en el barrio o en una gran superficie”, reclamó.

Propuestas y unión para resistir

Frente a este panorama, el grupo de carniceros de Salto decidió organizarse y plantear medidas concretas. Una de las propuestas es crear el “Día del Carnicero”, con descuentos especiales en todas las carnicerías adheridas, buscando atraer al público y mantener viva la tradición del comercio de cercanía. También planean negociar con los proveedores locales para conseguir mejores precios de compra y así poder competir.

Además, trabajan en coordinación con la Unión de Vendedores de Carne del Uruguay, que se comprometió a apoyar las acciones del sector en el departamento. “Queremos hacer nuestras propias ofertas, con productos y precios acordes a la realidad local. No puede ser que las promociones nacionales nunca lleguen a Salto”, sostuvo Alvez.

Un llamado a las autoridades y al sentido común

La representante de los carniceros también hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales para que se tomen medidas que equilibren la competencia y se reactive el frigorífico municipal, que permanece cerrado. “Es una planta que podría generar trabajo y abaratar costos. Hoy está parada, mientras cientos de personas están desempleadas. Sería una buena idea reactivarla”, señaló.

La doctora Alvez destacó que el reclamo no es solo de los carniceros, sino de todos los pequeños comerciantes que ven peligrar su fuente de trabajo ante el avance de las grandes superficies. “Queremos que se valore al comerciante de barrio, al que está todos los días atendiendo a sus vecinos. No pedimos subsidios ni favores, pedimos condiciones justas para poder seguir existiendo”, concluyó.