La Academia de Danzas Roma, dirigida por la profesora Roxana López, volvió a dejar en alto el nombre de Salto y de Uruguay en el escenario mundial. En esta oportunidad, el grupo de bailarinas integrado por Francesca La Greca, Paz Debones, Isabella Torrens, Sara Prati y Valentina Torrens participó del All Dance World Orlando 2025, uno de los certámenes más prestigiosos del planeta.

El resultado, campeonas y subcampeonas en distintas disciplinas, además de un galardón que trasciende la danza: el Premio Diamond, otorgado a la escuela con mayor trayectoria y participación en el Mundial.

Un recorrido de esfuerzo y pasión

“Este fue nuestro sexto Mundial en Estados Unidos. Hace 15 años que participamos de los nacionales y seis en el Mundial. Cada año es una experiencia nueva, con chicas nuevas y desafíos distintos”, contó emocionada Roxana López durante una entrevista en el Streaming de Diario La Prensa. 

Aunque este año el grupo fue pequeño solo cinco representantes, la calidad artística y humana del equipo fue reconocida en todas las instancias. “Tuvimos podios en todas las disciplinas y, además, recibimos este premio especial que no esperábamos: el Diamond, otorgado a la escuela con más participaciones en el Mundial. Es un orgullo no solo para Salto, sino para Uruguay y para el mundo”, destacó la profesora.

Más allá del talento, educación y valores

Uno de los aspectos más elogiados por los organizadores fue la actitud del grupo. López subrayó la importancia de formar no solo artistas, sino también personas “Nos destacaron por la empatía, la educación y el compañerismo. Las niñas apoyaban no solo a sus compañeras, sino también a otras escuelas y países. Para mí, eso vale más que cualquier podio”. Este reconocimiento refleja una filosofía que la docente defiende desde sus inicios: la danza como una escuela de vida. “La educación empieza en casa, pero los maestros tenemos que seguir reforzando esos valores”, afirmó.

Un viaje que une familias

El equipo viajó acompañado de padres, hermanos y amigos: un total de 30 personas. “Éramos más familias que bailarinas”, comentó López entre risas. Pero ese acompañamiento fue clave: “Es un logro familiar, porque detrás de cada bailarina hay mucho apoyo emocional, económico y logístico”. Los padres compartieron cada ensayo, cada sacrificio y cada emoción, transmitiendo también el valor del arte como un proyecto colectivo. “Eso se nota en el escenario dijo López, porque el amor se refleja en cada movimiento”.

La voz de las protagonistas

Las jóvenes bailarinas también compartieron sus vivencias. Francesca La Lagreca y Paz Debones destacaron la alegría de representar personajes icónicos como Moana, mientras Isabela Torrens y Sara Prati valoraron la oportunidad de aprender nuevas técnicas y estilos de otras partes del mundo.

“Lo más lindo es conocer gente de otros países y aprender de ellos. También hacer amistades que seguimos manteniendo por redes sociales”, contó Sara. Valentina Torrens, visiblemente emocionada, agradeció a sus padres y a su profesora: “Gracias a ellos logré todo esto. Roxana siempre confió en mí. Fue una experiencia que nunca voy a olvidar”.

El orgullo de portar el pabellón nacional

Uno de los momentos más conmovedores fue cuando las uruguayas fueron elegidas para portar el pabellón nacional durante el desfile oficial del certamen. “Fue un honor inmenso”, dijo López. “Estar en un escenario así, con la bandera uruguaya, es algo que no se puede describir: hay que vivirlo para entenderlo”. La emoción también estuvo presente cuando Sara bailó La Cumparsita vestida con un traje inspirado en la bandera uruguaya. “Ver eso en el escenario fue mágico”. 

Disciplina, sacrificio y amor por la danza

Detrás de los trofeos hay horas de ensayo, renuncias personales y un compromiso inquebrantable. “Las chicas ensayaron fuera de horario, dejaron cumpleaños y actividades para prepararse. Las más grandes compaginaban liceo y danza. Eso es lo que más valoro”, expresó López.

El éxito, según la profesora, no se mide solo en medallas, sino en crecimiento personal, “Ellas se pararon solas en el escenario. Aprendieron a confiar en sí mismas, a superar miedos y a romper barreras. Ese es el verdadero triunfo”.

Celebrar la vida a través del arte

Para coronar un año lleno de logros, la Academia Roma prepara su espectáculo de cierre: “Mamma Mia”, que se presentará en el Teatro Larrañaga. “Es un musical que habla de la vida, del amor y de la amistad. Además, reconoceremos a las diez nuevas egresadas de la escuela”.

El evento será también un homenaje personal, “Este año fue muy movilizador para mí, por muchas razones. Pero quiero celebrarlo agradeciendo a la vida, a mis alumnas, a las familias y al público que siempre nos apoya”.