Por abuso sexual /
El jugador salteño Diego García, de familia ligada al fútbol, fue condenado en Argentina
La Justicia argentina dictó ayer una sentencia contundente contra el futbolista uruguayo Diego García, jugador surgido de una tradicional familia salteña históricamente vinculada al fútbol local. El Tribunal Oral en lo Criminal N.º 5 de La Plata lo condenó a seis años y ocho meses de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra Clara Bulacio, en un caso que se remonta a febrero de 2021. El juez Ezequiel Medrano dispuso la detención inmediata del deportista tras la lectura del fallo. Si bien la pena es de cumplimiento efectivo, García permanecerá por el momento bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica, medida que se mantendrá hasta que la sentencia quede firme. La fiscalía había solicitado una pena de ocho años, mientras que la querella aspiraba a una condena aún mayor. La defensa del futbolista insistió durante el proceso en su inocencia y pidió la absolución, planteo que fue descartado por el tribunal tras valorar la prueba reunida. García viajó especialmente desde Uruguay para escuchar la resolución y, según reportes de la prensa argentina, se descompensó al conocer la condena.
Pruebas determinantes en el juicio
Durante el juicio oral, adquirieron especial peso los audios que la víctima envió a sus amistades la noche del hecho, relatando lo ocurrido y pidiendo auxilio. También se incorporaron conversaciones entre Bulacio y el futbolista Darío Sarmiento, cuya reconstrucción desmintió puntos centrales del relato de García respecto al momento en que tomó conocimiento de la denuncia. Otro elemento considerado clave fue la lesión que Bulacio presentaba en el pómulo. Testigos declararon que la joven ya la tenía cuando salió del baño del lugar donde ocurrió el episodio.
El hecho investigado
El caso se originó el 24 de febrero de 2021, en una quinta de la localidad de Abasto, donde algunos jugadores de Estudiantes de La Plata se encontraban reunidos. Bulacio, por entonces deportista del club, declaró que García la sujetó por la fuerza cuando aguardaba para entrar al baño, la golpeó contra la pared y luego abusó de ella. Tras la denuncia, Estudiantes activó su protocolo de género y apartó al jugador del plantel. A partir de entonces, su carrera siguió marcada por la investigación judicial: pasó por varios equipos, incluidos Emelec, Liverpool y Peñarol, este último con contrato condicionado al avance del proceso.
Consecuencias deportivas
Con la condena ya pronunciada, Peñarol procederá a rescindir el vínculo, tal como estaba estipulado en el acuerdo firmado. El futuro deportivo del salteño, que pertenece a una familia con trayectoria en el fútbol local y que había construido una carrera en ascenso, queda ahora supeditado al desarrollo de la causa en instancias superiores. La sentencia, considerada un fallo relevante dentro del seguimiento público del caso, marca un punto de inflexión tanto en el expediente judicial como en la trayectoria profesional del jugador.
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