El diccionario de la Real Academia Española dice de la palabra arcángel…“En la tradición católica, cada uno de los espíritus celestes que forman su octavo coro y, junto con los principados y los ángeles, la tercera jerarquía, cuya misión es actuar como mensajeros divinos.” Y da como sinónimos “ángel, espíritu, mensajero”. En la “angeología” de la doctrina católica, a los arcángeles se les da diferentes funciones y roles, como la protección, la guía, la sanación y la revelación de mensajes divinos, y a menudo se les representa con atributos específicos (espadas, alas o instrumentos musicales). Entre los arcángeles, Miguel es el Patrono de la Diócesis de Salto y está representado armado con una espada, como protector de la Iglesia.Todo esto viene a cuento porque, en su ubicación original, el órgano de la Iglesia del Sagrado Corazón de Lenzburg, que ayer oímos por primera vez ya instalado en nuestra Catedral, tenía en su frente la talla en madera con la figura de un arcángel pulsando un laúd.

Quienes procedieron a desarmar y embalar el órgano en Suiza, decidieron que la escultura del arcángel no fuera incluida. Sin embargo, cuando finalmente se terminaron de abrir las cajas en Salto, en una de ellas estaba la escultura, y quienes estuvieron presentes en Lenzburg no recuerdan haberla embalado.

Encontrarla acá es una señal de la Divina Providencia de que este Arcángel Músico (¿Gabriel, quizás?) tenía que llegar con el órgano a la Sede de esta Diócesis encomendada al Arcángel Miguel.

Así lo entendieron quienes colgaron la talla en la pared detrás de los tubos, para que a partir de ahora ambos Arcángeles velen por la incorporación de ese instrumento monumental, cuyos sonidos ayer nos conmovieron íntimamente, al inundar el templo en medio de la liturgia.
Esa ubicación creo entender que es también el símbolo de que la “obra” de nuestra Catedral Basílica ha llegado a su definitiva consagración como testimonio de la Fé de esta nuestra comunidad.

Desde ahora San Miguel, protector contra el mal, y San Gabriel, fuerza y mensajero de Dios, animarán no sólo a los fieles sino también a todos quienes puedan ejecutar obras o improvisaciones en tan sublime instrumento, que estará también al servicio de la promoción y difusión de la música para todos.

Embajador Pelayo Díaz Muguerza